A tres días de que Otis impactó Acapulco, la principal ayuda que está recibiendo la población es la de sus familiares de los municipios vecinos, como Chilpancingo, según cuentan pobladores a La Razón en una visita al municipio.
Con la reapertura de la carretera para entrar al puerto y pese a que no hay horarios fijos de las salidas, las líneas de autobús como Estrella de Oro y Costa Line son las que están trasladando a familiares y amigos que llevan ayuda a los afectados.
Algunos que se trasladan en vehículos son los que contribuyen al tráfico que se forma al ingreso al puerto; mientras que los taxistas en Chilpancingo demandan cobros de entre dos mil a cinco mil pesos para quienes quieren viajar a Acapulco.
“Yo llevo medicina para mi papá. De por sí había escasez de medicina sin huracán, ahora está peor, por eso yo llevo medicina y otros artículos básicos que él y mi familia que está allá necesita”, dijo Eréndira, mientras esperaba en Chilpancingo la salida del camión que la llevaría a Acapulco.
Se le preguntó si a su padre y a su familia no le habían llevado apoyos y respondió que no: “¿Cuáles apoyos?, mis papás dicen que no les han llevado nada y si llegan son para los turistas, a las colonias no llevan nada”.
Desde el ingreso al puerto, se observó que los habitantes continúan con la rapiña, y entre los artículos que llevan se incluyen “colchones” de papel de baño y hasta botellas de cloro, aunque varios todavía trasladaban televisiones, así como cervezas.
En un primer recorrido por la zona de la costera, se observaron las afectaciones, así como la falta de servicios básicos como agua, electricidad y telefonía.
“Dicen que son 27 o 30 muertos, pero no es cierto, allá en las colonias hay muchos que perdieron la vida y que ustedes no están reportando, váyanse a las comunidades, ahí la gente está llorando sus pérdidas, se quedaron sin nada, perdieron casas y familiares y ahora no tienen ni qué comer ni beber y todavía se atreven a venir a criticarnos por la rapiña, ustedes qué saben lo que estamos sufriendo acá”, manifestó un señor cercano a la zona del Papagayo.
En un trayecto por la colonia Renacimiento, una de las más populares del Puerto de Acapulco, sus habitantes se mostraron reacios a platicar con representantes de los medios de comunicación; sin embargo, sí pidieron que se les haga saber a las autoridades que necesitan apoyos.
“Acá nadie se ha asomado para ver si estamos vivos o muertos, no tenemos agua, no tenemos comida, dicen que somos rapíñenos, pero no es cierto, aquí hasta nos estamos cuidando de la inseguridad de otras colonias, necesitamos ayuda”, dijo un señor que dijo que era don Erasmo.
Negó que hayan ido a censarlos o a preguntarles si tienen alguna necesidad. “¿Pues no le digo que a nadie le importa si estamos vivos o muertos? Qué van a venir a cesarnos (sic), los rapíñeros son ellos, porque siempre que hay tragedias nos mandan ayudas y se las quedan, porque a nosotros no nos llegan”, dijo.
Si en las colonias de Acapulco denuncian que no hay ayuda, en otros municipios afectados, como Coyuca de Benítez, pocas posibilidades tienen de recibirla, pues ni siquiera hay corridas oficiales de transporte para llegar.
“Nos han pedido el transporte, hay muchos que tienen a sus familias allá, pero la línea todavía no define horarios y rutas, a lo mejor saldría de aquí de Acapulco, pero tendrán que estar cazando el camión”, mencionó el chofer del camión de Chilpancingo a Acapulco, quien lanzó una última recomendación: “Cuídate de la rapiña”.
AM