Tres días después del azote de Otis

Crece solidaridad para Acapulco, pero afectados piden acelerar ayuda

Víveres llegan vía familiares desde Chilpancingo; saturan entrada; “acá nadie se ha asomado... necesitamos agua, comida”, claman; sigue falta de luz y saqueos

Personas obstruyen el paso sacando los muebles de tiendas, ayer, en Acapulco. Foto: Especial

A tres días de que azotara uno de los peores huracanes categoría 5 en Acapulco y aunque progresivamente está entrando la Guardia Nacional al puerto turístico, la situación que prevalece impide que la ayuda fluya más rápido y esto ha permitido que continúen saqueos y robos; además, el suministro de luz no está al cien por ciento y el agua sigue faltando, mientras que la gasolina comienza a escasear.

La principal ayuda que está recibiendo la población de Acapulco es la de sus familiares de los municipios vecinos, como Chilpancingo.

“Yo llevo medicina para mi papá. De por sí había escasez de medicina sin huracán, ahora está peor, por eso yo llevo medicina y otros artículos básicos que él y mi familia que está allá necesitan”, dijo Eréndira, mientras esperaba en Chilpancingo la salida del camión que la llevaría al puerto turístico.

Yo llevo medicina para mi papá. De por sí había escasez de medicina sin huracán, ahora está peor, por eso yo llevo medicina y otros artículos básicos que él y mi familia que está allá (en Acapulco) necesitan
Eréndira<br>Habitante de Chilpancingo

Con la reapertura de la carretera para entrar al puerto y pese a que no hay horarios fijos de las salidas, las líneas de autobús, como Estrella de Oro y Costa Line, son las que están trasladando a familiares y amigos que buscan llevar alimento y medicinas a los afectados, pues en el puerto turístico ya no hay nada, debido a los saqueos.

Algunos, los más afortunados, pueden trasladarse en vehículos particulares, pero ni pensar en buscar taxis como opción, pues de Chilpancingo a Acapulco demandan cobros de entre dos mil a cinco mil pesos.

Llegando al puerto se nota que aún hay falta de servicios, como agua, luz y telefonía, además, comenzó a padecer por la escasez de gasolina, por lo que la gente hace filas en algunas gasolineras para intentar conseguir combustible.

Además, la presencia de gente en las calles saqueando todavía tiendas y comercios ha complicado que la ayuda que va llegando de a poco, pueda repartirse.

Pobladores muestran junto a la carretera carteles en los que piden apoyo, ayer.

En las inmediaciones de la zona del Papagayo, donde hay diversas unidades habitacionales, los condóminos comentaron que la noche del jueves un departamento, cuyos propietarios fueron hospitalizados, fue “saqueado”.

Al hacer el recorrido por las calles del puerto, se observó cómo pasan algunos asaltantes en motos y arrebatan bolsas, celulares o parte de la rapiña que llevan las personas.

Mientras que los elementos de la Guardia Nacional o del Ejército se concentran en la zona hotelera y en los puntos de entrada al puerto de Acapulco, en otras áreas como la del Papagayo, Jacarandas y Las Cruces, se encuentra desolado.

Incluso, otro habitante del Papagayo asegura que no son 27 muertos, sino que hay más.

“Allá en las colonias hay muchos que perdieron la vida y que ustedes no están reportando. Váyanse a las comunidades, ahí la gente está llorando sus pérdidas; se quedaron sin nada, perdieron casas y familiares y ahora no tienen ni qué comer ni beber y todavía se atreven a venir a criticarnos por la rapiña. Ustedes qué saben lo que estamos sufriendo acá”, manifestó.

Dicen que son 27 o 30 muertos, pero no es cierto, en las colonias hay muchos que perdieron la vida. Váyanse a las comunidades, ahí la gente está llorando sus pérdidas, se quedaron sin nada, perdieron casas y familiares
Habitante de Acapulco<br>Testimonio anónimo

En un trayecto por la colonia Renacimiento, una de las más populares del puerto de Acapulco, sus habitantes se mostraron reacios a platicar con representantes de los medios de comunicación; sin embargo, sí pidieron que se les haga saber a las autoridades que necesitan apoyos.

“Acá nadie se ha asomado para ver si estamos vivos o muertos, no tenemos agua, no tenemos comida, dicen que somos rapiñeros, pero no es cierto, aquí hasta nos estamos cuidando de la inseguridad de otras colonias, necesitamos ayuda”, dijo un señor que dijo llamarse Erasmo.

Don Erasmo negó que hayan ido a censarlos o a preguntarles si tienen alguna necesidad. “¿Pues no le digo que a nadie le importa si estamos vivos o muertos? Qué van a venir a cesarnos (sic), los rapiñeros son ellos, porque siempre que hay tragedias nos mandan ayudas y se las quedan, porque a nosotros no nos llegan”, dijo.

En esta colonia priva el saqueo de tiendas y hasta el intento de asalto de los autobuses que buscan entrar y salir al puerto y que forzosamente tienen que atravesar esta zona considerada una de las más “bravas”, lo que complica las vías de comunicación.

Incluso, los mismos turistas señalan que los saqueadores fueron quienes obstruyeron desde un inicio los caminos.

“Cuando salimos del condominio el miércoles a buscar un albergue ya estaban los del Ejército limpiando, pero los saqueadores obstruyendo los caminos con su rapiña. Llegaban en autos y camionetas. Luego llegó la Guardia Nacional y quisieron poner orden con los saqueadores, pero la gente estaba como loca, no pudieron detenerlos.

Acá nadie se ha asomado para ver si estamos vivos o muertos, no tenemos agua, n comida, dicen que somos rapíñenos, pero no es cierto, aquí nos cuidamos de la inseguridad
Erasmo<br>Habitante de Acapulco

“Incluso dijeron que sólo se llevaran alimentos, y acordonaron en el Walmart el área de las pantallas y eléctricos y así, pero no. La gente cargaba hasta con juguetes para los niños, uno de la Guardia le quitó las cajas de juguetes a una señora y ésta no los soltaba. Terminó dejándoselos”, narra Karla, una visitante al puerto que logró salir ayer por sus propios medios.

“A las autoridades sí las rebasó el evento, y cero coordinación. Le preguntabas a los del Ejército y no sabían nada, a los de la Guardia igual, preguntabas por albergues o si ya estaban despejadas las carreteras para salir y no sabían. Igual hablamos con los de Protección Civil de Acapulco y también perdidos. Nadie coordinaba las acciones, cada autoridad haciendo cosas aisladas”, manifestó.

Pero si en las colonias de Acapulco denuncian que no hay ayuda, en otros municipios afectados, como Coyuca de Benítez, pocas posibilidades tienen de recibirla, pues ni siquiera hay corridas oficiales de transporte para llegar.

“Nos han pedido el transporte, hay muchos que tienen a sus familias allá, pero la línea todavía no define horarios y rutas, a lo mejor saldría de aquí de Acapulco, pero tendrán que estar cazando el camión”, mencionó el chofer de la unidad que apenas reinició algunos viajes entre Chilpancingo y Acapulco, y quien además, lanzó una última recomendación: “Cuídate de la rapiña”.