México tiene una cosmovisión única respecto a la muerte, de ahí que las celebraciones del Día de Muertos fueran declaradas por la UNESCO patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Para los mexicanos, la manera de “replantearse” la muerte cobró otro significado tras la pandemia de Covid y por eso ahora hay nuevas formas de morir, que algunos ven como un renacimiento.
La socióloga Alma Díaz afirmó que “el mexicano ahora invierte más en su futuro rumbo a la muerte”. Expuso que antes del 2020, sólo cuatro de cada 10 contaban con un seguro de gastos funerarios, pero a partir del 2022, se incrementó a seis de cada 10, lo que indica que el ciudadano se replanteó nuevos escenarios.
“Esto pudo ser decidido porque había muertes de manera masiva y en la psique de la gente quedó ese hueco de incertidumbre y ahora trazan líneas más certeras para ese momento final”, dijo.
Además, explicó, las formas de percibir la muerte se hicieron más diversas y dado que durante la pandemia tuvieron auge algunas disciplinas espirituales, mucha gente ahora cree en la reencarnación o nuevas formas de vida.
Esta es una forma de ver que la vida no termina, sino que trasciende, y es una forma en que la familia puede sentir un contacto con sus seres queridos. Son cápsulas biodegradables que transforman las cenizas en un árbolEstefanía Cuevas, Creadora de las urnas biodegradables
“Creo que los jóvenes, sobre todo los millennial, entraron en lo que se conoce como el new age. Este tipo de personas creen que pueden renacer en un nuevo animal, en otros elementos, o bien, en árboles, lo que dio surgimiento a nuevas formas de morir”, afirmó.
Sobre lo anterior, Estefanía Cuevas, creadora de urnas biodegradables, explicó: “Esta es una forma de ver que la vida no termina, sino que trasciende, y es una forma en que la familia puede sentir un contacto con sus seres queridos. Son cápsulas biodegradables que transforman las cenizas en un árbol.
“Nuestra tecnología fue desarrollada por científicos mexicanos y la fórmula fue creada para reforestar el planeta en caso de una catástrofe mundial; es decir, es una fórmula muy poderosa que se adapta a cualquier clima del planeta, así que no es perder una vida, es dar vida nueva”, mencionó.
Los jóvenes, sobre todo los millennial, entraron en lo que se conoce como el new age. Este tipo de personas creen que pueden renacer en un nuevo animal, en otros elementos, o bien, en árboles, lo que dio surgimiento a nuevas formas de morirAlma Díaz, Socióloga
Agregó que este tipo de urnas tiene un costo de cinco mil pesos, pero se generarían otros gastos “significativamente menores”. Detalló que primero se debe tener la cremación, ya sea de humanos o de mascotas, y de las cenizas obtenidas, inicia el proceso. Añadió que todas las urnas vienen con certificado de autenticidad, garantía y asesoría vitalicia y un tutorial en Internet.
La empresaria destacó que quienes prefieren este método son personas de 30 a 40 años: “Esta es una generación que apuesta por nuevas opciones: voltear a tecnologías que sean más amigables con el medio ambiente”.
Sobre el tema, el tanatólogo Jorge Boyoli dijo que la elección de descansar el cuerpo en un árbol cobra cada vez más fuerza, y que las elecciones son variadas.
“Tenemos todo tipo de clientes, desde los que van por algo sencillo, hasta los que quieren ver árboles gigantes. Los más elegidos para descansar las cenizas son el ciprés italiano, roble australiano, palo de Brasil o bonsái. Hay casos muy tristes, en los que al elegir, lo hacen de acuerdo a la edad que tenía el difunto; es decir, niños pequeños, los padres escogen árboles que sigan creciendo; en el caso de adultos, se van por árboles más pequeños”, dijo.
En Morelos planté las cenizas de mi hijo, y veo cómo ha ido creciendo. Cuando siento tristeza, voy al árbol; yo elegí un ciprés, y siento que algo me dice: ‘Este es un gran acompañamiento, duele, pero vas procesando’Mirna Valencia, Mamá de Santiago
Una de estas opciones fue tomada por Mirna Valencia, mamá de Santiago, quien fue atropellado hace dos años por un auto a exceso de velocidad.
“Salí a tirar la basura; mi hijo salió atrás de mí, solo éramos los dos. Ha sido muy terrible esto aún, probé de todo y sentía que nada me sanaba. En Morelos planté las cenizas de mi hijo, y veo cómo ha ido creciendo. Cuando siento tristeza, voy al árbol; yo elegí un ciprés, y siento que algo me dice: ‘Este es un gran acompañamiento, duele, pero vas procesando’”, compartió.
No obstante el avance de las nuevas formas de perpetuidad, las tradicionales siguen más vigentes que nunca. Mauricio Valdés, gerente de planeación y nuevos negocios de la funeraria Gayosso, explicó a La Razón que las personas de entre 28 y 40 años “están cambiando y ya adquieren planes de previsión para sus papás o sus abuelos, para ellos mismos; esto no ocurría hace diez años”.
Aseguró que los costos de un funeral tradicional, que incluye féretro, velatorio, preparación del difunto, flores y café, pueden ir de 900 pesos al mes a 200 mil pesos en una sola exhibición, por lo que es más recomendable tener un plan para costearlo, y éstos pueden ir desde 500 a dos mil pesos mensuales.
Detalló que la cremación oscila entre seis mil 700 pesos y 12 mil pesos, y la inhumación de cuatro mil a 10 mil pesos, mientras que el lote en un panteón va de 25 mil a 100 mil pesos.
Se dispara costo de ofrenda de muertos
En el 2023, las personas de escasos recursos podrían invertir hasta 30 por ciento de su salario mensual; es decir, cerca de dos mil pesos, para montar la tradicional ofrenda de Día de Muertos, que se coloca en 70 por ciento de los hogares, aseguraron expertos consultados por La Razón.
Fernando González, académico de la Facultad de Economía de la UNAM, dijo que del 2015 al 2022, la inversión que realizaron los habitantes, sobre todo de la Ciudad de México, se incrementó en un 80 por ciento.
Datos de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) capitalina revelan que en el 2015 se invertían aproximadamente 935 pesos por colocar este tradicional implemento, y en el 2022 subió a mil 680 pesos en promedio.
“Uno de los principales rituales de la festividad es el montaje de un altar en los hogares, adornado con flores de diferentes tipos, veladoras, sal, agua, copal, sahumerios (instrumento donde se pone el incienso), pan de muerto, frutas y otros elementos que, se sabe, eran del gusto de las personas fallecidas”, dijo González.
Refirió que, con base en datos de la Sedeco, lo que más aumentó su precio fue el sahumerio, que actualmente tiene un costo aproximado de 120 pesos, un incremento de 330 por ciento. Le sigue el copal, cuyo precio se disparó 141 por ciento, al pasar de 19 pesos por 100 gramos en 2016, a 45 pesos en el 2022.
Otro elemento es la sal molida de mesa, que aumentó hasta 82 por ciento, al pasar de 4.87 pesos por 500 gramos, a 8.70 pesos. En el caso de las flores, la nube subió 80 por ciento, de 11 pesos a 45 pesos, y el cempasúchil, 60 por ciento, de 12.50 a 20 pesos.
Hay insumos que aumentaron por factores externos; por ejemplo, el pan de muerto, que incrementó el costo de importación de trigo por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Por su parte, la socióloga Mara Elizondo Pérez dijo que “esta inversión para los mexicanos representa júbilo y una forma de ofrecer a sus muertos un alimento; lo ven como una reunión y esto caracteriza al pueblo de México. Curiosamente, la gente de menos recursos es la que más llega a invertir en estos altares; además, ahora ya no son tan tradicionales, ya incluyen más variedades de comidas y esto, sin duda, incrementa los costos”.
Según la información de la encuesta realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el Día de Muertos es la tradición más importante para los mexicanos, pues se celebra en 73.6 por ciento de los hogares.
Para el 13.6 por ciento de los encuestados, sigue siendo de vital importancia el visitar los panteones; 8.3 por ciento dice que invertir en “calaveritas” o dulces es aún esencial y 6.1 por ciento da prioridad a la flor de cempasúchil.
Capitalinos reciben con globos y música a los difuntos pequeños
Desde muy temprano, decenas de familias acudieron a los distintos panteones ubicados en la Ciudad de México para recibir a las almas de los niños muertos en el Día de Todos los Santos.
Al panteón civil San Nicolás Tolentino, ubicado en las faldas del Cerro de la Estrella, las personas ingresaron con globos blancos y juguetes y se dirigieron hacia las tumbas de los pequeños.
Hasta ahí llegó Fabiola, segura de que se conectaría con el alma de su hija Paty, quien murió hace poco más de ocho años debido a una bala perdida que la alcanzó durante una fiesta patronal en Santa María Aztahuacán.
“Sé que mi Paty es ahora un angelito de cinco años, que es la edad que tenía al partir, sé que nos cuida a mí y a sus hermanos y estoy segura que en estas fechas anda por acá”.
Varias familias llegaron también al panteón de San Lorenzo Tezonco —ubicado igual que el primero, en la alcaldía Iztapalapa— en donde hubo quien llevó mariachi para cantarle a los niños ausentes.
En el Panteón de Dolores se podían apreciar tumbas adornadas con flores de cempasúchil, globos blancos y de aluminio con figuras de superhéroes y juguetes, mientras se escuchaba la música de mariachi dedicada a los menores que se adelantaron.
Pero también hubo quien llegó para encontrarse con sus difuntos adultos, como Estela Mondragón, quien acudió con un enorme ramo de cempasúchil que apenas podía cargar.
Y es que cerca de la Rotonda de las Personas Ilustres están enterradas su mamá, su hermana y su abuela.
“Las tres se me fueron en diferentes momentos, nunca deja de doler la muerte de quien amas, por más tiempo que pase, es algo que no se puede olvidar y por eso vine hoy, porque se merecen que las recuerde no sólo en estas fechas sino todos los días”, externó Estela con la voz quebrada.
Suenan las campanas
En tanto, en el pueblo de San Andrés Mixquic de la alcaldía Tláhuac, las campanas de la iglesia sonaron a las 12:00 horas, como señal para que los lugareños salieran de sus casas y se dirigieran al camposanto para adornar las tumbas.
Fue el preludio de la tradicional alumbrada, que tendrá lugar este jueves por la noche, y que cada año atrae a miles de visitantes, incluso del extranjero.
En el transcurso de la tarde se concentraron miles de personas al pie de las tumbas para limpiarlas y decorarlas con flores de todo tipo, pero especialmente con cempasúchil.
Los habitantes del lugar llevaban veladoras y comida, pero también iban preparados con escobas, cubetas y recogedores, para mantener limpia la zona.
En este Día de Todos los Santos también se vio a centenares de personas visitar la plancha del Zócalo para presenciar cada detalle de la Megaofrenda por el Día de Muertos instalada ahí por las autoridades desde hace varios días.
Mientras la gente observaba las calaveras enormes vestidas con trajes típicos, sonaba música mexicana y chicos y grandes aprovechaban para tomarse fotografías ante las obras.
María se organizó con un grupo de mamás de la escuela de su hijo para realizar la visita a la ofrenda y aprovechar que los pequeños salieron temprano de la escuela: “Quisimos venir temprano para no encontrar tanta gente y a pesar de que no está lleno, no pensé que estuviera tan activa la afluencia”, compartió con La Razón.
Los nueve niños que venían en el grupo lucían felices con sus disfraces y sorprendidos del tamaño de la escultura en homenaje a Pancho Villa, personaje de la Revolución Mexicana a quien está dedicado el montaje.
Los demás espacios también llamaban la atención, como el tren sobre el que se colocó una ofrenda tradicional con alimentos, fotografías, aserrín, papel picado y veladoras, que lucía rodeado de personas que apreciaban los detalles.
“A mí y a mi familia nos encanta venir todos los años en esta temporada porque la decoración es muy característica, además está concentrada en una zona muy linda e histórica, que es el Centro, en donde el olor del copal de las limpias hace que haya un ambiente muy auténtico de nuestra cultura”, dijo Adriana, quien visitó la Megaofrenda con su pareja y su hijo.
Cabe resaltar que con motivo de las festividades de Día de Muertos, el Gobierno de la Ciudad de México aplicó un operativo de vigilancia con 17 mil 447 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) desplegados en los distintos panteones, romerías, colonias, pueblos y barrios de las 16 alcaldías.
El operativo está encaminado a salvaguardar la integridad de los más de 300 mil capitalinos que, se espera, visiten los panteones de la metrópoli entre miércoles y jueves.
La SSC precisó que en el dispositivo especial participarán dos mil 860 patrullas, cinco grúas, 22 ambulancias, 16 moto-ambulancias y un helicóptero del agrupamiento Cóndores.