¿Vale la pena?

¿La vitamina C de verdad ayuda a prevenir o curar la gripa? Esto dice la ciencia…

Tomar vitamina C en forma de jugos o pastillas es común en épocas de frío para evitar gripas, pero ¿de verdad funciona para este propósito? La evidencia científica dice esto

Encontramos la vitamina C en el jugo de naranja, suplementos y más.

Llegó el invierno y con él no solamente la emoción por Navidad, sino también el “frío decembrino” y, en consecuencia, la temporada de gripas y alergias. Así que, si no te abrigas bien, puede que no te salves de “agarrar” un catarrito.

Por ello, en estas épocas solemos preparar todo tipo de remedios caseros para evitar la gripa —o al menos buscar que no nos dé tan fuerte—. Desde tecitos, jarabes, hasta suplementos de vitamina C: todo es válido para no caer enfermo y que podamos seguir con nuestro día a día.

Sin embargo, el caso de esta última es particular. La vitamina C la vemos en pastillas, suplementos, gomitas, jugos de naranja y todo tipo de productos, bajo la promesa de que nos ayudará a evitar la gripa. Pero, ahora que se ha acumulado nueva evidencia, ¿se mantiene como verdadero que ésta es eficaz para tal propósito? Te contamos.

La naranja es una fuente natural de vitamina C.

¿La vitamina C de verdad ayuda a evitar la gripa? Esto dice la ciencia…

El ácido L-ascórbico, también conocido como vitamina C, es un micronutriente que interviene en muchas funciones metabólicas del cuerpo humano, y el cuerpo lo genera naturalmente, si bien en algunas personas se recomienda su consumo en forma de suplemento, particularmente a causa de su importancia para el sistema inmunológico.

Es por este motivo que se suele recomendar su uso en temporadas donde se está altamente expuesto a enfermedades virales, como es el caso de las épocas de lluvia o frío, en las cuales aumentan los contagios de gripa, catarro y otros.

Sin embargo, la evidencia científica que se ha acumulado en las últimas décadas ha puesto en entredicho la verdadera eficacia de la vitamina C para prevenir o curar gripas.

Así, fue el premio Nobel de Química Linus Pauling quien impulsó el uso de la vitamina C para curar estas enfermedades, con base en estudios en los cuales determinó que una dosis constante por día reducía hasta en 45 por ciento las posibilidades de contagiarse de gripe.

No obstante, pese a la popularidad de esta teoría —y siendo que la reforzaba cada cierto tiempo, incluso recomendando aumentar la dosis de vitamina—, la comunidad científica decidió replicar los estudios de Pauling, en donde se encontró que estos carecían de rigor metodológico.

Los resfriados son comunes en época de lluvia o frío.

Es decir, los experimentos se habían realizado con personas y en condiciones limitadas, y la interpretación de resultados no parecía haber seguido un proceso correcto.

Así, en 2013, en un estudio realizado por Hemilä H, Chalker E.—esta vez, con una metodología refinada—, se encontró que no hay una correlación significativa entre el consumo de vitamina C y la prevención de gripa o resfriado.

Sin embargo, se concluyó que su uso sí puede disminuir de forma moderada la duración y gravedad de los síntomas, particularmente entre personas que hacen ejercicio regularmente.

Entonces, ¿vale la pena tomar suplementos de vitamina C en época de frío? De acuerdo con estos resultados, no está de más, pero no es garantía de que se evitará una gripa. Mejor, se recomienda abrigarse bien, evitar los cambios bruscos de temperatura y seguir utilizando cubrebocas y gel antibacterial.

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AM

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