En Acapulco, Guerrero
Filas y filas de personas damnificadas por Otis en Acapulco y Coyuca de Benítez esperan la llegada de los camiones del Ejército Mexicano, para la entrega de despensas y víveres que tanto necesitan en estos momentos de emergencia.
“Esta despensa es una gran ayuda que nos dan; nos han beneficiado en todas las formas porque hemos sufrido mucho y con estos víveres ya estamos bien. Ya tenemos de todos los productos básicos y, con ello, al menos unas semanas estaremos tranquilos”, señaló Dalia Díaz, vecina de la colonia Ejido Viejo, en el municipio de Coyuca de Benítez.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo una coordinación previa con los representantes de colonia, para evitar que se repitan las entregas entre familiares. Por ello, en fila y censados por las autoridades locales, cada uno fue recibiendo su despensa con productos de fácil consumo y de alto valor nutritivo, sobre todo porque hay muchos menores de edad en las familias.
Carmen Mateos, habitante de la misma colonia, mencionó que por lo menos no se va a preocupar en dos semanas de comprar algunos productos; sin embargo, dijo que espera que las autoridades normalicen estas entregas mientras se tenga la emergencia, porque muchos no tienen trabajo y requieren de acciones humanitarias. “Ojalá si se pudiera; debería haber más entregas de este tipo (despensas y víveres), pero, si no, lo que nos den estamos muy agradecidos”, externó.
Ana Karen Rodríguez mencionó que el orden que dio la Sedena fue clave para que las despensas fueran entregadas a todas las familias, pues si bien faltan muchas, los elementos del Ejército hacen sus esfuerzos por dotar a la población de productos básicos en zonas pobres.
Esta despensa es una gran ayuda que nos dan; nos han beneficiado en todas las formas porque hemos sufrido mucho y con estos víveres ya estamos bienDalia Díaz, habitante de Coyuca de Benítez
Y es que el Ejido Viejo se encuentra en una de las periferias del municipio, donde es casi imposible llegar a pie, debido a que es una zona fangosa, de difícil acceso y donde sólo los camiones del Ejército y camionetas se han logrado abrir espacio para llevar los víveres, en una operación que constató La Razón.
En otro punto alto, también de difícil acceso, pero en Acapulco, los elementos de la Sedena tuvieron que cargar las cajas de productos para llegar hasta las casas que están en la cima.
“Buenas tardes, somos del Ejército Mexicano y estamos haciendo la entrega de la canasta básica; esto va a ser semanal”, así explicó la entrega un elemento que llevaba la despensa.
Al presentar su credencial de elector y dar su nombre, a cada habitante, casa por casa, se le entregó una de 500 despensas, cubriendo la parte alta de Acapulco.
Marcela García dijo sentirse contenta por la ayuda. “Yo les agradezco mucho, porque es difícil que vengan hasta acá arriba las autoridades. Van a ser 12 despensas y eso, al menos por un tiempo, nos deja sin preocupaciones”, detalló.
Sufrimos mucho por las inundaciones y lo que pasó con el huracán. La verdad me siento muy contento porque, de perder todo, estamos recuperando lo más esencial, lo que se ocupa en casaRené Juárez Cruz, habitante de Acapulco
En cada casa se les coloca una calcomanía con 12 espacios para sellos, y el compromiso es que cada semana se entregue una despensa; sin embargo, la petición es muy precisa: que no vayan a quitar la calcomanía o eviten que se moje, porque es la prueba de que les estamos dando el apoyo”, dijo un soldado.
Hilda Pérez mencionó que es necesaria la ayuda, porque los tiempos no han sido fáciles para los habitantes desde el impacto de Otis; por eso, dijo, administrará lo mejor posible cada insumo, porque entiende que en estos tiempos cada producto es fundamental para sobrevivir.
Desde la llegada de los apoyos desde todos los estados del país al Centro de Acopio Mundo Imperial, son separados en mesas para su mejor distribución y embolsado; de esa manera, se separan semillas, leguminosas, agua, pañales, productos de higiene, enlatados, mermeladas y cereal, entre otros.
“Tratamos que cada bolsa contenga todos los productos básicos para que la gente casi casi los saque y se los coma. A cada bolsa le metemos cereal, papel de baño, lata de verduras, aceite, arroz, leche, pasta de dientes, toallas femeninas, atún, pasta de dientes, frijoles, puré y sardinas. Lo hacemos con un estricto orden, para que haya bolsas parejas, pues la gente necesita de todo”, indicó uno de los voluntarios.
Una vez que se llenan las despensas, son acomodadas en un pasillo, donde los elementos de la Sedena y de la Guardia Nacional los suben a los camiones, luego trazan las rutas a las colonias y las reparten bajo un censo previo con las autoridades comunales, con el fin de no repetir.
A pesar de que en ocasiones no alcanzan las despensas o canastas básicas, la gente agradece el gesto, pues si bien se requiere mucho más, la promesa de regresar hasta que cada habitante tenga lo necesario sigue firme, hasta que Acapulco se ponga de pie.
Al día entregan 800 kits de electrodomésticos
Alrededor de 800 kits de enseres electrodomésticos son entregados diariamente por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Acapulco, Guerrero, y en tres meses más esperan aumentar, para concluir la promesa del Gobierno federal de dotar a todos los habitantes de lo perdido tras el paso del huracán Otis.
El Centro de Convenciones de Acapulco se convirtió en la bodega de almacenamiento más grande del país, pues diariamente llegan camiones con refrigeradores, licuadoras, colchones, juegos de sartenes, estufas y ventiladores para la gente que lo perdió todo.
La Sedena coordina la llegada de los tráileres al lugar, descarga los enseres y los clasifica, para después llenar los 40 camiones que se encuentran listos para trasladar los electrodomésticos a las colonias previamente censadas y con mayor afectación.
Los enseres, por el momento, sólo se reparten en Acapulco, pero esperan que a la brevedad se haga en el municipio de Coyuca de Benítez, que también fue afectado por el sistema tropical. De acuerdo con la Sedena, diariamente se hacen de 10 a 12 viajes y en cada camión llevan ocho kits (ocho elementos de cada electrodoméstico), a través de una coordinación con la Guardia Nacional (GN).
En la localidad Llano Largo llegaron los camiones con una gran convocatoria ciudadana; desde horas antes, los habitantes ya habían hehco largas filas para recibir sus productos y poder estrenarlos.
René Juárez Cruz se siente más tranquilo con la llegada de los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional a su colonia, debido a que durante el paso del fenómeno meteorológico perdieron todo y los enseres representan un nuevo comienzo.
“Sufrimos mucho por las inundaciones y lo que pasó con el huracán. La verdad me siento muy contento porque, de perder todo, estamos recuperando lo más esencial, lo que se ocupa en casa”, declaró la víctima de Otis.
Gisela Mendoza Ríos agradeció “infinitamente” el apoyo de las Fuerzas Armadas, porque después de 15 días de promesas, por fin se cumplieron los apoyos que tanto necesitan. “Reconozco todo lo que han hecho por nosotros, a todos los que han puesto el corazón para ayudarnos. Todo lo material lo perdimos, pero esto repone de alguna manera lo que ya no tenemos, pero ahora es un nuevo comienzo. Estamos vivos y eso vale más”, indicó.
El censo para el apoyo de electrodomésticos fue hace 15 días, pero apenas les avisaron esta semana, vía WhatsApp, y de inmediato acudieron a un campo de futbol para recoger todos los insumos, llevarlos a casa y estrenar. La mayoría llegó con fletes para trasladar todos los artículos y, otros más, cargando, en triciclos y hasta en los toldos de sus autos.
“Me siento muy bien, porque nosotros estuvimos esperando el apoyo. Nosotros perdimos en casa las camas, las pantallas y el refri que acababa de comprar”, dijo Leonarda Gómez Aguilar.
La madre de familia explicó que tenía un mes de sacar su refrigerador, pero éste quedó “nadando” por el huracán. Por ello, no ha dejado de pagarlo, ya que no le dieron prórroga; sin embargo, asegura que está tranquila porque tiene uno nuevo. “Lo pedí a meses sin intereses, pero hay que pagarlo como sea, no hemos dejado de pagarlo, pues apenas abrió la tienda, fuimos a regularizarnos, porque queremos ver si nos daban tiempo de espera”, agregó.
Kecia Jiménez mencionó que “es muy buena ayuda la que les dieron” porque logró recuperar sus cosas; sin embargo, mencionó que ahora les urge otro tipo de acciones, como recoger la basura o liberar completamente las calles de los desechos, pues comentó que la recuperación de Acapulco es paulatina.
“Lo que sigue es reunirnos, porque por el huracán nos separamos todos; tuvimos que mandar a mi madre a Tijuana en lo que recuperamos su casa”, indicó.
Lucía Salgado dijo que “aunque sea caminando se lleva sus cosas”, porque no va a dejar perder la oportunidad de recoger lo que tanto necesitan en estos momentos. “Nosotros perdimos todo; el agua nos llegó hasta el ombligo y ahora lo que pensamos es darle mantenimiento a nuestro hogar, pues necesitamos adaptarnos a lo que vaya a venir después”, dijo.
Con una gran convocatoria y alegría, las familias trasladaron sus nuevos electrodomésticos hasta sus hogares; incluso, algunos ya listos para estrenarlos en la primera comida familiar que tengan.
Algunos hicieron filas durante horas, mientras otros, al recibir los productos, abrazaron a quienes se los entregaban como modo de agradecimiento y algunos más no hallaron la forma de expresar su emoción. El orden, eso sí, imperó en todo momento, lo que fue clave para que no hubiera otras situaciones que pudieran dañar la entrega.
Los habitantes ahora esperan que el Gobierno federal les dé sus apoyos de ocho mil pesos para dar mantenimiento a sus hogares, pues requieren de pintura “o una manita de gato”.
Siguen acciones de reparto de agua y comida caliente
Tras el impacto del huracán Otis en Acapulco, Guerrero, el 25 de octubre, decenas de personas aún no tienen el suficiente abasto de agua potable y alimentos, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantiene acciones de reparto del vital líquido y comidas calientes, con el objetivo de brindar apoyo a todos mientras se normalizan los servicios en la localidad.
Con tinacos de hasta 10 mil litros y plantas potabilizadoras, los elementos castrenses ofrecen abasto de agua en las colonias más afectadas.
“Es una gran ayuda la que nos dan, porque hay muchas colonias que no tenemos el suministro de agua y, por ello, buscamos en toda la Costera las plantas potabilizadoras que nos regalen el agua, pues en estos momentos lo necesitamos mucho”, dijo Axel Barrera Gómez.
El habitante de la colonia Colosio en el puerto de Acapulco detalló a este diario que condujo varios kilómetros para ubicar la planta y, una vez que la localizó, bajó tres garrafones de 20 litros de su auto para llenarlos y llevarlos a su hogar.
“Honestamente sí hay lugares de purificación y llenado de agua, pero lo que no tengo es trabajo; por ello, trato de economizar lo más que pueda y si el Ejército nos regala el agua limpia, lo aprovechamos”, explicó.
Axel señaló que los garrafones le van a durar aproximadamente un mes y, por ello, recurrirá a este servicio hasta que se termine, debido a que es un apoyo que en estos momentos hace mucha falta.
Informes de la Sedena señalaron a este rotativo que se trata de limpiar el agua de compuestos como los nitritos, además de un proceso de filtración y clorado, para que el vital líquido llegue al consumo humano lo más limpia posible.
A pesar de las largas jornadas de trabajo, los elementos del Ejército Mexicano suben hasta las montañas más altas para dotar a las colonias de agua, sin importar la hora o lo escarpado que pueda estar el terreno.
La colonia Revolución del Sur es una de las más altas de Acapulco; sin embargo, con tres pipas de 10 mil litros cada una, suben para apoyar a las familias que no tienen el suministro. Con cubetas, garrafones y botellas, reciben del carro-tanque el recurso, mientras celebran la llegada de los elementos hasta esa zona alta.
Guadalupe Marcel Quintana mencionó a La Razón que no han tenido agua tras el impacto de Otis; sin embargo, celebran que ya hayan llegado las pipas, debido a lo alto de la colonia. “Pues estamos agradecidos, aunque falta que se regularice el servicio, pero estamos contentos de que al menos ya se nos tome en cuenta, porque sí necesitamos el agua”, explicó.
Junto con decenas de vecinos de la colonia, esperan que las pipas de agua sigan llegando en los días venideros, debido a que les hacen falta para el sanitario, para bañarse y para consumo.
“Necesitamos más agua y pipas, porque somos muchas familias y no hay agua suficiente. Nosotros nos estamos bajando para llenar los garrafones y nos cobran como si fuera un pasaje por subirlos, pero esperamos que esto cambie”, dijo Marcel Quintana.
El Ejército Mexicano no sólo reparte agua, pues también mantiene un operativo permanente de dotación de desayunos, comidas y cenas.
Leticia Castro, vecina de la colonia Jardín Mangos, acude recurrentemente a la cocina comunitaria para llevar los alimentos a su familia, debido a que la situación aún es complicada para ella. “Nos ayudan mucho, lo que sirven es una comida muy buena; ahorita llevo para mi familia la sopa, guisado, tortillas y agua. Estamos muy agradecidos”, expresó.
América Castro coincidió en que recibir alimentos calientes es un gran apoyo en tiempos en los que más lo necesitan, debido a que no hay mucho trabajo y tener un plato de las Fuerzas Armadas es una gran ayuda. “Cocinan muy rico y está muy bien, porque aún no hay economía para estar gastando y sobreviviendo”, manifestó la acapulqueña.
Amas de casa, trabajadores y toda la gente que lo requiere tiene un plato de comida asegurado, mientras la emergencia en Acapulco continúe.