En Acapulco, Guerrero
Tras el impacto del huracán Otis en Acapulco, Guerrero, el 25 de octubre, decenas de personas aún no tienen el suficiente abasto de agua potable y alimentos, por lo que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantiene acciones de reparto del vital líquido y comidas calientes, con el objetivo de brindar apoyo a todos mientras se normalizan los servicios en la localidad.
Con tinacos de hasta 10 mil litros y plantas potabilizadoras, los elementos castrenses ofrecen abasto de agua en las colonias más afectadas.
“Es una gran ayuda la que nos dan, porque hay muchas colonias que no tenemos el suministro de agua y, por ello, buscamos en toda la Costera las plantas potabilizadoras que nos regalen el agua, pues en estos momentos lo necesitamos mucho”, dijo Axel Barrera Gómez.
El habitante de la colonia Colosio en el puerto de Acapulco detalló a este diario que condujo varios kilómetros para ubicar la planta y, una vez que la localizó, bajó tres garrafones de 20 litros de su auto para llenarlos y llevarlos a su hogar.
“Honestamente sí hay lugares de purificación y llenado de agua, pero lo que no tengo es trabajo; por ello, trato de economizar lo más que pueda y si el Ejército nos regala el agua limpia, lo aprovechamos”, explicó.
Axel señaló que los garrafones le van a durar aproximadamente un mes y, por ello, recurrirá a este servicio hasta que se termine, debido a que es un apoyo que en estos momentos hace mucha falta.
Informes de la Sedena señalaron a este rotativo que se trata de limpiar el agua de compuestos como los nitritos, además de un proceso de filtración y clorado, para que el vital líquido llegue al consumo humano lo más limpia posible.
A pesar de las largas jornadas de trabajo, los elementos del Ejército Mexicano suben hasta las montañas más altas para dotar a las colonias de agua, sin importar la hora o lo escarpado que pueda estar el terreno.
La colonia Revolución del Sur es una de las más altas de Acapulco; sin embargo, con tres pipas de 10 mil litros cada una, suben para apoyar a las familias que no tienen el suministro. Con cubetas, garrafones y botellas, reciben del carro-tanque el recurso, mientras celebran la llegada de los elementos hasta esa zona alta.
Guadalupe Marcel Quintana mencionó a La Razón que no han tenido agua tras el impacto de Otis; sin embargo, celebran que ya hayan llegado las pipas, debido a lo alto de la colonia. “Pues estamos agradecidos, aunque falta que se regularice el servicio, pero estamos contentos de que al menos ya se nos tome en cuenta, porque sí necesitamos el agua”, explicó.
Junto con decenas de vecinos de la colonia, esperan que las pipas de agua sigan llegando en los días venideros, debido a que les hacen falta para el sanitario, para bañarse y para consumo.
“Necesitamos más agua y pipas, porque somos muchas familias y no hay agua suficiente. Nosotros nos estamos bajando para llenar los garrafones y nos cobran como si fuera un pasaje por subirlos, pero esperamos que esto cambie”, dijo Marcel Quintana.
El Ejército Mexicano no sólo reparte agua, pues también mantiene un operativo permanente de dotación de desayunos, comidas y cenas.
Leticia Castro, vecina de la colonia Jardín Mangos, acude recurrentemente a la cocina comunitaria para llevar los alimentos a su familia, debido a que la situación aún es complicada para ella. “Nos ayudan mucho, lo que sirven es una comida muy buena; ahorita llevo para mi familia la sopa, guisado, tortillas y agua. Estamos muy agradecidos”, expresó.
América Castro coincidió en que recibir alimentos calientes es un gran apoyo en tiempos en los que más lo necesitan, debido a que no hay mucho trabajo y tener un plato de las Fuerzas Armadas es una gran ayuda. “Cocinan muy rico y está muy bien, porque aún no hay economía para estar gastando y sobreviviendo”, manifestó la acapulqueña.
Amas de casa, trabajadores y toda la gente que lo requiere tiene un plato de comida asegurado, mientras la emergencia en Acapulco continúe.