La Arquidiócesis de México pidió a los feligreses brindar esperanza y ver por los migrantes y compartir el sentir de las madres buscadoras ante las dificultades que enfrentan.
A través de su editorial Desde la Fe, mencionó que la sagrada familia también tuvo que hacer un recorrido en calidad de migrante y enfrentar diversas precariedades, como sucede ahora con los migrantes.
“María y José estaban de camino, fuera de su hogar, cuando se da el nacimiento de Jesús. Buscaban un refugio para pasar la noche, y lo encuentran en un humilde establo. El Creador de todo lo que existe, de nuestra propia vida, llegaba a este mundo con toda la humildad posible, se hizo frágil, con hambre y con frío, como nosotros mismos. Esta escena nos debe recordar siempre las necesidades y precariedades que están sufriendo nuestros hermanos migrantes, quienes dejan su hogar y buscan refugio cotidiano mientras intentan llegar a su destino final.
“Y mientras, hay pensamientos que los reducen a personas que estorban o afean los lugares, algunos más los clasifican de delincuentes y por lo tanto se cierran fronteras y se les captura como prófugos de la justicia. Ellos no dejan en ningún momento de ser hijos de Dios buscando una vida mejor para sí y su familia”, indicó.
El editorial de la Iglesia mencionó que, además, Jesús y sus padres tuvieron que huir cuando Herodes mandó matar a los bebés en Judea y consideró que ese puede ser un sentimiento cercano al de las madres buscadoras.
“¿Qué habrán sentido las madres de esos bebés al ver como perdían la vida sus pequeños hijos, y de manera totalmente salvaje? ¿Será acaso cercano a lo que sienten nuestras madres buscadoras de sus hijos desaparecidos en la actualidad? Sí, en plena primera Navidad se efectuaba un asesinato de inocentes, provocado por la avaricia y la sed de poder de un rey perdido en sí mismo”, indicó.
Por ello, dijo que en este periodo de reflexión es válido disfrutar y celebrar la Navidad, pero también “lo que tenemos que hacer es buscar compartir esa buena nueva, esa esperanza, con el que sufre, porque Dios sufre con nosotros nuestros sufrimientos, y se alegra con nosotros en nuestras alegrías, y sin duda, recordar el nacimiento de Dios en este mundo humano hace dos mil años, es la mejor noticia que puede haber pasado en la historia”.
JVR