El Instituto Nacional de Migración (INM) le prometió a una caravana de miles de migrantes que se encontraban en Chiapas legalizar el tránsito de quienes se estuvieran en situación de vulnerabilidad; sin embargo, al no cumplir con lo acordado, el grupo se desintegró.
La caravana planeaba llegar a la frontera de México con Estados Unidos, pero el sueño colectivo se dividió cuando el director general de Oficinas de Representación del INM, Héctor Leoncio Martínez, les prometió la ayuda a cambio de ponerse a disposición del DIF nacional y la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes.
En un oficio que emitió el INM y firmó Leoncio Martínez, se detalla que las infancias y adolescentes acompañados en núcleo familiar, adultos mayores y otras personas en situación similar, deberán entregarse al INM, para que posteriormente sean puestos a disposición del DIF Nacional.
“Será la Procuraduría de Protección Niñas, Niños y Adolescentes quien resolverá sobre el interés superior del menor y bajo los principios de unidad familiar e indique al INM lo procedente”, expone el documento.
En la caravana migrante había personas originarias de Haití, Honduras, Brasil, Perú, El Salvador, Guatemala, República Dominicana, Venezuela, Cuba, entre otros países; algunos de los extranjeros habían caminado más de cien kilómetros.