El gobierno de Joe Biden logró un acuerdo bipartidista de seguridad que refuerza las medidas en la frontera entre México y Estados Unidos que una vez que sea aprobado en el Congreso le dará la autoridad para el cierre fronterizo en caso de una emergencia.
El acuerdo que avanzó en el Senado estadounidense, explicó el mandatario del vecino país del norte, comenzó a construirse desde hace dos meses con representantes de su gobierno y senadores demócratas y republicanos.
Biden resaltó que se incluyen reformas fronterizas más “duras y justas en décadas”, que permitirán contar con un territorio común con México seguro y donde se preservará la inmigración legal. Le daría al mandatario la facultad para cerrar la frontera en situaciones de emergencia, cuando se vea abrumada con más de 5 mil cruces irregulares de migrantes diarios en un promedio de cinco días.
“Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea sobrepasado. Hará que nuestro proceso de asilo sea más justo y eficiente, al tiempo que protegerá a los más vulnerables. Acelerará los permisos de trabajo para que aquellos que están aquí y califican puedan llegar a trabajar más rápidamente.
“Creará más oportunidades para que las familias se reúnan, a través de visitas de corta duración y mayores vías legales permanentes. Garantiza que los niños no acompañados más vulnerables tengan representación legal remunerada. Y proporcionará los recursos que he solicitado repetidamente para asegurar la frontera, agregando agentes de la patrulla fronteriza, jueces de inmigración, oficiales de asilo y máquinas de inspección de última generación para ayudar a detectar y detener el flujo de fentanilo”, explicó el presidente de Estados Unidos.
Explicó que si bien el acuerdo no puede abordar todo lo que se requiere para la frontera, está reformas son esenciales para hacerla más ordenada, segura, justa y humana.
Resaltó que el acuerdo bipartidista de seguridad incluye otras dos prioridades, ya que permite mantener el apoyo para defender a Ucrania de Rusia y también proporcionará a Israel lo necesario para defenderse contra los terroristas de Hamás, al tiempo de que proporcionará asistencia humanitaria vital para el pueblo palestino.
En la declaración que emitió el mandatario, envió un mensaje a los integrantes de la Cámara de Representantes, especialmente a los republicanos, a quienes señaló que ahora tienen en sus manos la posibilidad de que avance este acuerdo. “Trabajando con mi administración, el Senado de los Estados Unidos ha hecho el arduo trabajo necesario para llegar a un acuerdo bipartidista. Estoy listo para resolver el problema”, puntualizó.
Publican políticas. Los senadores presentaron ayer un paquete de 118 mil millones de dólares que combina una política de control fronterizo con ayuda para Ucrania, Israel y otros aliados de Estados Unidos, lo que desencadenó un esfuerzo de largo alcance para impulsar el proyecto de ley a pesar del fuerte escepticismo de los republicanos, incluidos el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
Se esperaba que esta semana el Senado celebrara una votación de prueba clave sobre la legislación, pero pocas horas después de que se publicara el texto, Mike Johnson dijo en las redes sociales que estaría “muerto al llegar” si se presenta a la Cámara.
Abbott y 13 gobernadores más retan a su presidente
El gobernador de Texas, Greg Abbott, regresó ayer a Eagle Pass con 13 gobernadores republicanos que han celebrado su enfrentamiento con el Gobierno federal en torno a la aplicación de las leyes de migración.
Abbott agradeció a los gobernadores republicanos por respaldar las labores de su estado y reiteró sus afirmaciones de una “invasión” en la frontera sur. Nuevamente se refirió a una cláusula que asegura que lo respalda legalmente para defender a Texas.
“Estamos aquí para enviar un mensaje fuerte y claro de que estamos unidos en la lucha para asegurarnos de que seremos capaces de mantener nuestra garantía constitucional que afirma que podremos defendernos ante cualquier tipo de peligro inminente”, declaró.
La cantidad récord de cruces fronterizos es una desventaja política para el presidente Joe Biden y un tema que los republicanos están ansiosos de poner en el primer plano de la discusión durante un año electoral. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, se comprometió la semana pasada a enviar más elementos de la Guardia Nacional a Texas y otros titulares de Gobierno estatal contemplan la posibilidad de nuevos despliegues.
Aunque DeSantis no estuvo ayer en Eagle Pass, Abbott estuvo acompañado por los gobernadores Sarah Huckabee Sanders, de Arkansas, y Bill Lee, de Tennessee, entre otros republicanos.
Eagle Pass es el punto donde Texas ha estado enfrascado en una lucha de poder con el gobierno de Biden durante el último mes, después de que el estado comenzó a negar el acceso de los agentes de la Patrulla Fronteriza al parque Shelby.
Los cruces han disminuido en las últimas semanas a lo largo de toda la frontera sur de Estados Unidos, incluidas zonas en las que no hay una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad. (Con información de AP)
JVR