Sin candidatos ciudadanos, en un escenario de alta confrontación que ha derivado en acusaciones de vínculos con el crimen organizado y una violencia político-electoral en ascenso, este viernes arrancan las campañas proselitistas para la Presidencia de la República, en el proceso electoral más grande en la historia.
Uno de los hechos que destaca es la conformación de la alianza opositora por primera vez entre tres partidos que se autodefinen como representantes de tres corrientes políticas contrarias entre sí y en sus años de existencia fueron contrincantes: el PAN, PRI y PRD, pero que hoy se unen para intentar combatir a Morena.
Para Movimiento Ciudadano, este proceso se enmarca por ser la primera contienda en la que irá solo, con Jorge Álvarez Máynez, quien llega a la candidatura como alternativa a Samuel García, quien renunció a abanderar el movimiento naranja luego de una confrontación con el PAN y el PRI en el Congreso de Nuevo León.
En cuanto a las candidaturas independientes, el proceso en curso se caracterizará también por la baja apertura que se registró para que personas que no militan en algún partido aspiraran a alguno de los 20 mil cargos. Hace unas semanas, La Razón dio a conocer que apenas había 33 personas que buscarían un cargo.
Un asunto que ha desatado debates en diversos escenarios es el asesinato de candidatos que no cesa y que, tan sólo en estos primeros meses del año, ya ha arrebatado la vida a 11 aspirantes a algún cargo.
Lorenzo Córdova, expresidente del INE, destacó la importancia de la participación ciudadana el próximo 2 de junio; sin embargo, no sólo eso tiene importancia, sino el arranque mismo de las campañas, debido a que “incluso los espacios y convocatorias deben ser transparentadas, esto en cuanto a los lugares donde se arrancan campañas; todo debe estar en equilibrio y transparencia”.
Para Emilio Álvarez Icaza, la campaña “tiene un arranque sin certezas en diversos temas, principalmente en seguridad y transparencia”. “Es importante que la gente entienda que el país es más grande que los partidos, que la lucha democrática es más grande que candidaturas o espacios políticos y que debe emitir votos conscientes y asistir a las aperturas de campaña desde nuestras creencias y no invitados por algún apoyo”, apuntó.
El comisionado presidente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), Adrián Alcalá, expuso que México vive un momento clave en su vida democrática, pues se encuentra en la antesala del proceso electoral más grande del país, lo que demandará la difusión y socialización de información útil y de calidad por parte de todas las instituciones del Estado mexicano, que contribuya a la construcción de una sociedad empoderada.
“Agendas como las de gobierno abierto y transparencia proactiva se vuelven torales e indispensables para el fortalecimiento democrático de las instituciones del Estado mexicano y como herramientas útiles para promover la rendición de cuentas, legalidad, integridad del servicio público y el combate a la corrupción”, afirmó.
María Cristina Rosas González, investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, afirmó que la elección arranca de manera muy clara, ya que la región se dirige a la izquierda, con sus excepciones, como El Salvador y Argentina.
“El arranque de la campaña en México determina en gran parte la elección que se marca con esta misma tendencia; habrá que esperar a lo que ocurra el próximo 2 de junio, pero lo del 1 de marzo enmarca una elección nuevamente de izquierda”, opinó.
Iglesia promueve el voto: “Yo saldré”, señala
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un llamado a ejercer el voto y a elegir dirigentes que busquen el bien común.
A través de un video difundido en redes sociales, integrantes de la jerarquía eclesial señalaron: “Motivamos a cada ciudadano a ejercer el voto de forma libre y razonada el próximo 2 de junio, como expresión de amor a México; sumemos voluntades, esfuerzos y oraciones para proclamar: ‘Yo saldré a votar como gesto de servicio de justicia y paz’”.
Para sacerdotes y expertos, frente a la falta de respuesta de las autoridades en el combate a la inseguridad en los estados, el papel de la Iglesia será un factor que incida en el proceso electoral para evitar más violencia.
Paulo Sánchez, sacerdote de la Diócesis de Saltillo, Coahuila, aseguró a La Razón que la voz de la Iglesia es esencial y no deben ser apáticos en el proceso electoral, porque también son partícipes de los sucesos que atañen al país.
“Si queremos un cambio, necesitamos salir; por ello, la voz de la Iglesia es esencial en el debate público, porque no debemos ser apáticos en los procesos electorales, ya que somos todos partícipes de lo que ocurre en el país”, expresó.
El religioso expuso que, como Iglesia, tienen una obligación social de cuidar a la población y por ello no basta que un sacerdote se dedique a celebrar sacramentos, ya que se quedan ajenos al bienestar de la gente.
“La Iglesia está asumiendo su postura de estar insertada en la realidad de lo que pasa en la sociedad. Hay mucha preocupación en las comunidades, pero por más llamados que hacen, no les hacen caso las autoridades, por eso recurren a nosotros, para apoyarlos”, agregó.
Con información de Jorge Butrón