Esta semana, Estados Unidos comenzó con el envío de agua a México, la cual es liberada desde la presa El Elefante, ubicada en Nuevo México. El objetivo es que esta agua se utilice en la zona agrícola de los municipios de Guadalupe y Práxedis, en el Valle de Juárez. Toda la distribución del agua fue supervisada por la Comisión Internacional de Límites de Agua, Cila, un organismo binacional.
Pero... ¿por qué Estados Unidos está distribuyendo agua a México? ¿Es verdad que está obligado a abastecer de este líquido a nuestro país? ¿Qué tiene que ver el Tratado de Distribución de Aguas Internacionales aquí? Te lo explicamos hoy en La Razón.
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¿Por qué se dice que EU tiene que dar agua a México?
Precisamente por el Tratado de Distribución de Aguas Internacionales entre Estados Unidos Mexicanos y Estados Unidos de América, el cual se firmó en el año 1944. Este Tratado tiene su origen en el Tratado de Paz, Amistad y Límites entre México y Estados Unidos, firmado el 2 de febrero de 1848 en Guadalupe, Hidalgo.
¿Por qué Estados Unidos da agua a México? Porque del Río Bravo o Río Grande, dividido en partes iguales para ambos países, a nuestro país le corresponden mil 850 millones de metros cúbicos de agua anuales, una cantidad que también le corresponde al país liderado por Joe Biden. Del Río Colorado, lo mismo: México recibe mil 850 millones de metros cúbicos de agua al año, misma cantidad con la que se queda Estados Unidos.
En cuanto a presas y canales, por ejemplo, Estados Unidos y México pueden construir presas y canales en los ríos internacionales con la condición de que ambos se notifiquen cuando esto suceda. La operación debe ser aprobada por los dos países.
Un tratado que genera conflictos
Este tratado no siempre ha sido visto con buenos ojos por parte de los ciudadanos, sobre todo los mexicanos, pues nuestro país también debe dar agua a Estados Unidos, por ejemplo, la almacenada en la presa La Boquilla, en el estado de Chihuahua. En 2020, los agricultores se negaban a la extracción, pues argumentaban que los dejarían sin agua suficiente para poder cultivar, luego de una prolongada sequía.
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