En eventos por separado, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Lenia Batres Guadarrama y Juan Luis González Alcántara Carrancá, manifestaron posturas contrastantes respecto a si los integrantes del Poder Judicial de la Federación deban o no ser elegidos por medio del voto popular.
Al presentar su primer informe de labores en el cargo, Batres Guadarrama expresó su apoyo a la reforma al Poder Judicial al considerar “indispensable” que el máximo tribunal del país se “democratice”.
Es indispensable una reforma profunda al Poder Judicial. Es necesario que esta Corte se democratice, que tenga contrapesos que eviten que incurra en excesos, que al resolver asuntos a su cargo se comprometa con la solución de las injusticias cotidianas de las personas en lo individual o colectivamente, dijo desde la sede de este Poder.
En el informe también anunció que para el 15 de abril habrá “ahorrado” 1.2 millones de pesos, a razón de devoluciones de percepciones salariales y la renuncia a algunas prestaciones propias del cargo que ocupa.
Por otro lado, el ministro Alcántara Carrancá participó como orador en la presentación del cuaderno de jurisprudencia Las líneas de precedentes de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos: Independencia Judicial.
Allí, opinó que este último concepto ha entrado en polémica de manera “profundamente espinosa”, no sólo en México, sino en el resto del mundo, donde las democracias consolidadas “sufren una crisis en la actualidad”.
Es una crisis de legitimidad que trastabillan bajo los embates de movimientos radicales que buscan reemplazar sus fundamentos básicos, pero cada vez que una democracia moderna se presenta con este problema hay un colapso en la división de poderes y, por consiguiente, del Estado de Derecho, dijo.
Advirtió que los movimientos políticos radicales han cobrado fuerza y se ha exacerbado la desconfianza en las soluciones institucionales, lo cual ha generado que se busquen salidas que, en su mayoría, no son nuevas y que han resultado contraproducentes.
Bajo esta línea, expuso su coincidencia con el expresidente de la Corte Suprema israelí, Aharon Barak, quien vaticinó en un libro que “la presión de politizar los nombramientos del Tribunal Constitucional en las democracias, probablemente, se incremente”
El ministro opinó que hay intentos por eliminar diferencias entre los funcionarios de elección popular, los cuales únicamente se dirigen por las promesas que le hacen a quienes los eligen, y los funcionarios judiciales, quienes no se deben a quienes los seleccionan, sino a la Constitución que protestaron defender.
Sólo me queda expresar mi deseo de que nuestro país pase a la historia como uno de los primeros en implementar, de manera plena y firme, los precedentes interamericanos y no pasemos a la historia como un infractor que dé origen a nuevos precedentes históricos, a través de la condena internacional, concluyó.
DMGS