México, protagonista del evento astronómico

Impresiona a miles el gran eclipse mexicano

Fiesta astronómica provoca júbilo, aplausos y llanto en Mazatlán y Torreón, los puntos de mayor visión; en CDMX fue parcial, pero en CU arman pícnic; el siguiente, en 2052

Miles abarrotaron la playa en Mazatlán, ayer.
Miles abarrotaron la playa en Mazatlán, ayer. Foto: Reuters

“¡Dos minutos, un minuto!” gritaban ayer con entusiasmo las miles de personas que se congregaron en Mazatlán, Sinaloa, uno de los principales puntos de México para admirar el eclipse solar. Conforme se iba oscureciendo la algarabía crecía, algunos lloraban de la alegría, otros más aplaudían y unos más se abrazaban al ver la bella postal frente a sus ojos: el mar, un cielo pintado como en un atardecer y en su punto cumbre, las 11:07 horas, la Luna cubriendo totalmente al Sol, dejando ver un luminoso aro. La marea bajó y también la temperatura; las aves volvieron a sus nidos.

“Es como si el planeta hubiera abierto su ventana para ver el universo”, son las palabras del fotógrafo y bailarín Daniel Lugo, quien no dimensionaba lo que viviría.

Vista de la ciudad sinaloense en el momento máximo del eclipse. La emoción fue tanta que la gente gritó.
Vista de la ciudad sinaloense en el momento máximo del eclipse. La emoción fue tanta que la gente gritó.

“Sabes que va a suceder un evento astronómico, has leído en los libros de ciencia, quizá viste un video, pero no comprendes la majestuosidad hasta que lo vives. Hay mucha energía, la gente se empieza a emocionar, hay una euforia personal y colectiva”, compartió a La Razón Daniel Lugo.

Personas de distintos puntos del país, así como turistas de Colombia, Japón, Alemania y Estados Unidos, entre otros, vivieron en comunión esta experiencia, portando lentes especiales. Aficionados y astrónomos con sus telescopios aprovecharon para ver otros planetas.

“El mar se veía chido, había como un atardecer espectacular, es una experiencia única. La emoción sin duda aumentó conforme se iba tapando el Sol con la Luna”, contó Raúl Campos, quien viajó a la ciudad sinaloense para presenciar el eclipse.

Momentos antes del eclipse las personas aguardan con emoción el inicio de la parcialidad en Mazatlán.
Momentos antes del eclipse las personas aguardan con emoción el inicio de la parcialidad en Mazatlán.
Sabes que va a suceder un evento astronómico, has leído en los libros de ciencia, quizá viste un video, pero no comprendes la majestuosidad hasta que lo vives. Hay mucha energía
Daniel Lugo, Bailarín y fotógrafo

Algunos recibieron el eclipse con danzas prehispánicas y Delfos Danza Contemporánea bailó en la playa la obra Manglar.

Después de cuatro minutos, a las 11:11, en Mazatlán “volvió a amanecer” y con ello, el caluroso clima playero regresó, la banda sinaloense sonó, ante una emoción que todavía se percibió.

CRISTO cerca del eclipse. El evento astronómico fue recibido con los brazos abiertos por el enorme Cristo de las Noas de Torreón, Coahuila, ante los miles de asistentes que ahí se dieron cita para ver con sus propios ojos cómo “la ciudad de los grandes esfuerzos” se oscurecía a pleno mediodía.

Un niño con una protección de soldador, en Mazatlán, señala sorprendido cómo la Luna va tapando el Sol.
Un niño con una protección de soldador, en Mazatlán, señala sorprendido cómo la Luna va tapando el Sol.

El histórico momento fue precedido por una parafernalia típica de un evento astronómico de esta magnitud, desde días anteriores, los aeropuertos y terminales del centro y norte del país estaban abarrotados por gente que llevaba telescopios y casas de campaña para acampar y no perderse ningún momento del eclipse.

Por su ubicación única, uno de los puntos más cotizados de Torreón fue la cima del Cerro de las Noas, al cual se accede desde un teleférico que, desde las ocho de la mañana, ya tenía a gente haciendo fila.

Niños disfrazados de astronautas, aliens y hasta tiranosaurios daban fe de quiénes eran los más emocionados por el evento. Figuras de dinosaurios con lentes especiales así como una banda independiente de músicos jóvenes, contagiaron el entusiasmo las horas previas al eclipse.

“Nunca he visto un eclipse solar, pero creo que también se va a vivir mucha emoción”, destacó uno de los percusionistas de Laguna Marching Band, quien amenizó la mañana con algunas canciones famosas como “Dancing Queen”, “Así fue“ y el himno de la entidad, que fue entonado a los pies del enorme Cristo de hormigón.

Es un hobby que comenzó gracias a un amigo, he visto ya otros eclipses en otras partes del mundo, como el que sucedió el año pasado en Timor Oriental. Mi parte favorita es la de la totalidad
Cazador de eclipses, Japón

Por todo el complejo abundaban las referencias al fenómeno astronómico: inflables de planetas, globos de la Luna y la Tierra y centenares de lentes solares con certificación que permanecían colgados de lazos y hasta vigilados por la policía.

No sólo visitantes nacionales acudieron a Torreón para ver el eclipse, pues los turistas extranjeros también se hicieron presentes, algunos incluso con equipo más sofisticado, como es el caso de un visitante de Japón, quien compartió a La Razón que no es el primer eclipse que vivía. “Es un hobby que comenzó gracias a un amigo, he visto ya otros eclipses en otras partes del mundo, como el que sucedió el año pasado en Timor Oriental. Mi parte favorita es el momento de la totalidad, cuando todo oscurece”, explicó emocionado.

Hasta las mascotas portaron sus lentes especiales del eclipse en esta metrópoli sinaloense.
Hasta las mascotas portaron sus lentes especiales del eclipse en esta metrópoli sinaloense.

Mientras la mayoría de la gente se tomaba selfies y esperaba el inicio de la parcialidad, María Esther, de 60 años recordaba el eclipse de Ciudad de México, 33 años atrás: “Sentía algo de temor, de cautela, porque no sabíamos muy bien qué es lo que podía pasar o cómo se iba a ver, pero ahora es diferente, se siente mucha emoción, especialmente vivirlo con mi familia”.

Muchos niños no pudieron ver el acontecimiento de 1991, ya sea por desinformación, desinterés o la falsa creencia de que podía ser perjudicial para la salud verlo aún con protección.

Hoy son los niños quienes llevaron a sus padres a ver el evento. Romina, quien acudió con un traje inflable de Tiranousaurio.

La cuenta regresiva de algunos de los asistentes fue lo que motivó gritos de emoción de niños y adultos, hasta que los primeros visos de la Luna cubriendo el astro solar pusieron a los espectadores a aplaudir y gritar con alegría.

El Cristo de las Noas recibió con los brazos abiertos el fenómeno astronómico en Torreón, Coahuila.
El Cristo de las Noas recibió con los brazos abiertos el fenómeno astronómico en Torreón, Coahuila.

El momento cumbre de la tarde ocurrió a las 12:17, cuando la totalidad de nuestro satélite natural cubrió el Sol, la temperatura bajó y Torreón se oscureció como si de un súbito atardecer se tratara.

Muchas personas celebraron gritando, algunas parejas se besaron mientras otros grababan el momento y algunos incluso veían el disco solar olvidando la protección por el éxtasis del momento. Los pájaros cantaron los trines típicos de un atardecer y las luces de la ciudad daban el telón de fondo perfecto para las fotografías del recuerdo.

Cuatro minutos después y así de inmediato como se fue, la luz regresó poco a poco, animando una vez más a aplaudir.

Se van “de pinta” en trabajos y escuelas en la Ciudad de México

Fue un lunes diferente en la Ciudad de México, un día en el que valía la pena suspender momentáneamente cualquier actividad para atestiguar el eclipse solar. Desde muy temprano en la UNAM, en la zona de “Las Islas”, en Ciudad Universitaria; en el IPN, en la explanada del planetario “Luis Enrique Erro” y en el Zócalo, comenzaron a llegar los primeros espectadores que decidieron faltar al trabajo o la escuela para no perderse el fenómeno natural pactado para las 12:14 horas.

Ciudad Universitaria fue el punto de mayor concentración, 65 mil personas, entre niños, jóvenes y adultos mayores, convivieron en un ambiente de fiesta, bajo un lunes cálido. Fueron muy demandados los telescopios con filtros de los aficionados, quienes compartieron su equipo con los visitantes más pequeños. Además, se colocaron lentes especiales para ver el esperado evento.

“Es la única manera de que se metan en la ciencia, que les guste el Sol, las estrellas, los planetas. Mi papá me lo regaló (el teles-copio) y me enseñó, por eso vengo acá para también compartir conocimiento y pasarla bien, es muy padre”, platicó a La Razón Jorge Muñoz, un ingeniero jubilado que tenía una fila de ocho niños esperando para usar su telescopio junto a la Biblioteca Central de la UNAM.

Los visitantes fueron con todo tipo de cobijas para acostarse en los pastos, gorras o sombreros para cubrirse del sol, algún refrigerio y otros más decidieron comprar alguna botana que se vendía.

De una manera muy leve comenzó a sentirse un cambio de temperatura, a las 12:00 horas, y 14 minutos después fue el momento máximo, aunque sólo de manera parcial por la ubicación geográfica.

Las islas de Ciudad Universitaria recibieron a 65 mil personas en el “Picnic bajo la sombra”, donde cantó Daniela Spalla.
Las islas de Ciudad Universitaria recibieron a 65 mil personas en el “Picnic bajo la sombra”, donde cantó Daniela Spalla.

En otros puntos de Ciudad Universitaria, algunos estudiantes se organizaron y compraron artículos de papelería para hacer visores de cartón y regalarlos a los visitantes que no tenían ningún filtro o lentes para el eclipse.

“Van a ver la imagen proyectada en el suelo y la imagen del eclipse”, explicaba Mariana Bermúdez, estudiante de Medicina, quien cortaba cartón y rápidamente elaboraba los filtros caseros.

En otros lugares de la Ciudad de México también se reportó la concentración de personas para admirar el eclipse, como en el Zócalo, donde capitalinos, turistas nacionales y visitantes extranjeros participaron en diversas actividades, como los “rituales prehispánicos”. En el corazón de la capital se obsequiaron algunos lentes especiales para admirar el eclipse.

“Una limpia con los curanderos siempre es buena, con conchas de mar, para la energía cósmica, ya que el universo nos manda el eclipse”, narró Juan Carlos Hernández, un hombre que a sus 70 años que se siente orgulloso de esta experiencia que contará a sus nietos.

En otros sitios como Coyoacán y Tlalpan también hubo espectadores y uno que otro despistado, como un joven de 15 años llamado Ricardo, quien pensaba que se oscurecería totalmente como en Durango, Coahuila y Sinaloa, pero como dijo una mujer de 75 años: “Fue poquito, pero hermoso”.

Próximo evento será hasta el 2052: señalan expertos 

Aunque pueden ocurrir entre dos y cinco eclipses solares al año, la mayoría son parciales. La última vez que observamos un eclipse solar total en México fue el 11 de julio de 1991; el siguiente ocurrirá hasta el 30 de marzo de 2052, comentó Aldo Armando Rodríguez Puebla, investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.

“En la Ciudad de México, el Sol se ocultó solo en un 75 por ciento durante casi 4 minutos y medio; mientras que se oscurecerá completamente en regiones como Mazatlán, Durango, Torreón, Monclova y Piedras Negras”, añadió.

“Para comprender qué es un eclipse primero hay que entender cómo se mueven los planetas alrededor del Sol; lo hacen a través de la fuerza de gravedad. La Tierra, que es el tercer planeta a la distancia del Sol, se mueve en una órbita aproximadamente circular, estando ligada al campo gravitacional del Sol. Por otro lado, la Luna está sujeta al campo gravitacional de la Tierra y ambas, en conjunto, se mueven alrededor del Sol”, explicó.

Eclipse solar total.
Eclipse solar total.

Si la Luna tuviese una órbita perfectamente circular, estuviese más cerca de la Tierra y en el mismo plano orbital, habría eclipses totales cada luna nueva. Pero como la órbita lunar tiene 5.24 grados de inclinación respecto de la terrestre, su sombra no cubre generalmente nuestro mundo. Sólo si está cerca del plano de la eclíptica durante una luna nueva, puede suceder un eclipse solar, dijo el especialista.

El Instituto de Astronomía invita a admirar este tipo de fenómenos y agradeció la presencia de los universitarios en este eclipse del 8 de abril. Junto con el investigador y exdirector del IA, Jesús González González, Rodríguez Puebla ofreció ayer la conferencia magistral “México bajo la sombra de la Luna: Eclipse solar 2024”.

También Wilder Chicana Nuncebay, encargado del área de astronomía del Planetario Luis Enrique Erro del Instituto Politécnico Nacional (IPN), comentó que el próximo eclipse en México será el próximo 30 de marzo de 2052, ya que la periodicidad de ellos es variable entre los 18 y los 30 años.

Eclipse solar total.
Eclipse solar total.

El astrónomo dijo que por lo general los eclipses suceden frecuentemente, pero la mayoría de ellos pasan en zonas desérticas, en mar abierto, selvas o lugares que son inaccesibles. Agregó que para que un eclipse se vea en el mismo lugar deben pasar entre 300 y 400 años.

“Se requiere que haya una conjunción exacta entre las posiciones del sol, la luna y la tierra porque dependiendo en que parte del plano de la órbita de la luna con respecto a la tierra, es dónde va proyectar la sombra”, indicó.

Explicó que el eclipse de este 8 de abril la sobra de la luna entró por las Islas Marías, toca territorio mexicano y pasa por Mazatlán, Sinaloa, Torreón y Monclova. El eclipse solar anterior ocurrió en 1991.

“Todas estas entidades son muy grandes, se presta para que las asociaciones astronómicas, turistas y todo el mundo vaya a estos lugares y pueda ver la ruta del eclipse”, dijo a La Razón.

Eclipse solar total.
Eclipse solar total.

En tanto, este lunes y con el propósito de observar el Gran Eclipse Mexicano 2024, la UNAM preparó en todo el país múltiples actividades gratuitas en sus diversas sedes para ver con seguridad uno de los fenómenos astronómicos más importantes en lo que va del siglo, además el planetario de Torreón, Coahuila, fue uno de los más visitados por extranjeros, dijo José Arturo Trelles Hernández, del Instituto de Astronomía de la UNAM.

“Se trata de una fiesta no solo para la astronomía, sino para el mundo y en especial para México, como puedes ver aquí todos viven esta emoción, sabemos que de los puntos más concurridos fue Mazatlán, pero CU no se queda atrás, y a Torreón llegó muchísima gente especializada”, dijo el experto.

Eclipse solar total.
Eclipse solar total.

...Y el cielo se oscureció

El más reciente regalo de la naturaleza, un eclipse total de sol, generó expectación en los mexicanos, en particular en el norte, donde se pudo observar en su máximo esplendor en lugares como Mazatlán, Sinaloa, o Torreón, Coahuila, donde al mediodía, se oscureció por completo durante cuatro minutos. Aunque en otros puntos del país, como la Ciudad de México, la oscuridad no fue total, miles de personas aprovecharon para observar este fenómeno, la mayoría por primera vez en su vida, eso sí, todos con las debidas precauciones. Bastaron unos minutos para contemplar la belleza del universo y retratar aquel hermoso cielo.