Al participar como invitada especial en la reunión del Council of the Americas, la candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia (SHH), Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que, de llegar ella al cargo, la revisión del T-MEC que se prevé para el próximo año será como “caminar entre hojuelas”.
Ante representantes empresariales estadounidenses, comentó que la dependencia económica entre ambos países es tanta, que ve factible que la revisión se lleve a cabo sin mayores inconvenientes.
“Es factible hacer esta revisión sin grandes problemas y, si atendemos de una manera humana con lo que siempre hemos planteado nosotros, la cooperación para el desarrollo, como el tema central a la solución de la migración y teniendo en cuenta lo que estamos planteando como polo de desarrollo, tenemos un potencial enorme para que no haya conflictos y caminemos sobre hojuelas”, dijo.
Comentó que el plan que involucra al sector tiene como enfoque la inversión con bienestar y sustentabilidad, para que el crecimiento económico no sólo se refleje en el Producto Interno Bruto (PIB), sino en las condiciones en que vive toda la población.
Advirtió que su plan para 2025 es cerrar los proyectos estratégicos que emprendió el Presidente, pero después de ello se deberá generar empleo de manera rápida, en lo que surgen nuevos proyectos de infraestructura.
Para ello, señaló que el sector con mayor potencial para generar empleo es la vivienda, para lo cual se “pondrán a trabajar” los fondos del Infonavit, con la proyección de crear un millón de viviendas en el siguiente sexenio y que estén cerca de los lugares de trabajo.
Más tarde, y después de haber sido señalada en una publicación de Mexicanos Contra la Corrupción de ocultar su patrimonio, Sheinbaum Pardo explicó que las propiedades que se le adjudicaron quedaron a nombre de sus hijos y no de ella tras su separación matrimonial.
La morenista sostuvo que sus declaraciones patrimoniales son públicas y pueden ser consultadas por cualquier persona en el sitio de internet de la Contraloría de la Ciudad de México.
Además, comentó que las declaraciones patrimoniales solicitan la información de cónyuges y dependientes económicos, pero para el momento en que ocurrieron los cambios, sus hijos tenían 28 y 35 años y no dependían de ella financieramente.
“La casa de San Andrés Totoltepec en Tlalpan, donde vivimos casi 30 años, la construimos guiados por un maestro albañil, me tocó palear con mis propias manos sus cimientos. Estando embarazada, con nuestros amigos colamos la losa e hicimos unas carnitas para agradecerles el apoyo. Cuando decidimos escriturarla, ese proceso tardó cerca de ocho años por un juicio”, señaló.