Expertos señalan que se requiere inversión

Agua de Hidalgo, viable pero temporal, advierten

Aseguran que para la CDMX y el centro del país no hay “día cero” en la crisis hídrica; subrayan que la reutilización del recurso vital de Zumpango estará en el transcurso de 3 a 4 años

La presa Ignacio Ramírez en Almoloya de Juárez, Estado de México, fue reportada por vecinos de la zona porque ha sido afectada por contaminantes.
La presa Ignacio Ramírez en Almoloya de Juárez, Estado de México, fue reportada por vecinos de la zona porque ha sido afectada por contaminantes. Foto: Cuartoscuro

La propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador de traer agua de los pozos del estado de Hidalgo es viable, pero sólo ayudaría contra el desabasto del líquido en la Ciudad de México de manera temporal y no es la solución al problema, además de que tardaría al menos dos o tres años en concretarse el proyecto.

Así lo afirmó el profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, Roberto Constantino, tras asegurar que para la Ciudad de México y el centro del país no hay “día cero” en la crisis hídrica del agua, pero se requieren inversiones importantes para reutilizar los grandes volúmenes de agua de lluvia que se desperdician a través de más de 50 ríos que corren por debajo del asfalto de la capital y termina en el drenaje profundo de Hidalgo.

“Como ahora está fallando el sistema (Cutzamala) en esta parte de la ciudad, bueno pues traer el agua del otro lado mediante la reincorporación de agua de algunos pozos que están disponibles en la parte del lado de Zumpango, es lo mismo, es la misma lógica. Traer el agua mediante trasvase, y a lo mejor puede paliar en algo el volumen que pueda aportar esa iniciativa, en realidad no se notaría en el abastecimiento de agua”, explicó.

En entrevista con La Razón, el especialista planteó que antes de desechar las aguas residuales se pueda reutilizar una parte de ellas para reincorporarlas mediante tratamientos bastantes estrictos y reutilizarla e ir reduciendo paulatinamente de nuestra dependencia de los flujos de agua del Cutzamala.

“La reutilización de agua del área de Zumpango está en el transcurso de tres a cuatro años, ninguna es inmediata, por eso digo que no vamos a dejar de depender en el corto plazo de estos recursos, pero hay que iniciar las obras que permitan ir reduciendo paulatinamente esa dependencia”, expuso.

Indicó que las aguas de lluvia al interior de la Ciudad de México se puedan construir pozos de captación y después llevar a cabo un tratamiento de reinyección. “Hay diferentes medidas, es mucho más rápido utilizar aguas que provengan de los recursos de Zumpango, aunque sería una cantidad muy pequeñita”, añadió.

Tenemos que cambiar este modelo de gestión, dejar de importar tanta agua del Sistema Cutzamala, eso que le llamamos trasvases; reparar las fugas de la ciudad porque (…) es como tener una cubeta llena de hoyitos
Roberto Constantino<br>Académico de la UAM Xochimilco

Constantino Toto manifestó que trabajar con captura de agua en gran escala, reinyección de pozos, estará en el transcurso de 10 a 15 años porque también hay un asunto de financiamiento público, ya que, dijo, son obras que no son baratas.

“Está en el terreno de lo que es fiscalmente tratable, debo decir, estamos hablando de volúmenes de financiamiento inferiores a los que consumió el Tren Maya, por ejemplo. No es un monto bajo evidentemente, pero es un monto que diferido en el tiempo, bien se puede desarrollar”, agregó.

Dejó en claro que el tema del agua no tiene una solución “de la noche a la mañana”, que “nos haga perfectamente invulnerables a lo que sucede en Michoacán, en el Estado de México. El asunto es ir reduciendo esa dependencia del sistema Cutzamala”, apuntó.

Roberto Constantino comentó que resulta paradójico que se trasvase el agua del Sistema Cutzamala a la capital mexicana y es el mismo volumen de lo que se pierde en agua de lluvia mezclada con las aguas del drenaje, que representan 60 metros cúbicos, “y peor todavía, casi la misma proporción que se pierde en fugas” por la tubería obsoleta.

“Tenemos que cambiar este modelo de gestión, dejar de importar tanta agua del Sistema Cutzamala, eso que le llamamos trasvases; reparar las fugas de la ciudad porque, si no, sin importar si es el agua que nos llueve, que viene de fuera, si no reparamos las fugas, pues es agua que vamos a perder; es como tener una cubeta llena de hoyitos”, ilustró.

Expuso que se necesita construir un robusto sistema de reparación de fugas, en el que, de acuerdo con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), se invierten 40 millones de pesos al año, “para que la pérdida no sea del volumen que hoy tenemos, que es casi la misma proporción que importamos fuera de la cuenca”.

En esta problemática, el Sacmex apuntó que son 12 mil reportes de fugas que se atienden cada año.

De acuerdo con Delia Montero Contreras, investigadora de la UAM, si bien la falta de agua no es un asunto nuevo, pues hay zonas abastecidas por tandeo desde hace tiempo, ahora se ha agudizado por la falta de recarga pluvial que suministre al sistema Lerma-Cutzamala, el cual aporta 40 por ciento del líquido en la ciudad y a todos los pozos, de donde se extrae el 60 por ciento restante.

Refirió que existe una estrategia errática de esconder la problemática y decir que no pasa nada, mientras las personas en la urgencia de resolver, lo hacen hasta en contra del presupuesto familiar. “¿Cómo es posible que una pipa la vendan en tres mil pesos?, no hay regulación ni en la extracción para los piperos ni en los precios”.

Cabe destacar que en febrero pasado, el Presidente López Obrador planteó abastecer de agua a los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México, trayendo agua de Hidalgo, porque se detectó un acuífero en la zona del Mezquital y en los límites de Hidalgo y Estado de México.