En conferencia trata el tema

Por sequía, desde crisis alimentaria hasta refugiados climáticos

Advierten en UNAM desafíos que pondrán en riesgo supervivencia; alta vulnerabilidad en zonas agrícolas; peligro de desplazamiento de personas

Sequía en la Laguna de Zumpango, el pasado 2 de abril.
Sequía en la Laguna de Zumpango, el pasado 2 de abril. Foto: Cuartoscuro

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó que el cambio climático y la sequía son don de los desafíos del ser humano para asegurar su sobrevivencia, debido a que hay un impacto directo en la agricultura en México por la falta de agua.

La investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Argelia Salinas Ontiveros, aseguró que el cambio climático ha profundizado los problemas de la agricultura a nivel mundial, en especial la inseguridad alimentaria en los países de menor desarrollo como México, donde los productores de granos básicos, principalmente de maíz, son altamente vulnerables a la sequía.

Por ello, dijo que los cambios de temperatura y la falta de lluvia no permitirán contar con alimentos y, por tanto, se profundizará la dependencia, ya existente, de esos insumos; de esta forma el análisis del suelo y del agua, dos recursos fundamentales para la producción de comestibles, adquiere cada vez mayor importancia.

Durante la conferencia “El impacto de la sequía en la seguridad alimentaria en México: situación actual y perspectivas”, explicó que la sequía en México se ha ido agudizando en los últimos años, lo que pone bajo riesgo la disponibilidad de víveres.

La investigadora mencionó que el sector agropecuario es un área económica que depende en gran medida de la temperatura y la precipitación pluvial, directamente relacionados con el aumento o disminución de la productividad.

“Regiones enteras del mundo presentarán déficit severo en la producción de alimentos y las necesidades nacionales ya no podrán cubrirse mediante importaciones. El cambio climático, es decir, el deterioro antropogénico de los recursos naturales y sus efectos negativos nos plantea esta nueva realidad”, explicó.

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Según las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, para 2050 se deberá abastecer de alimentos a una población de aproximadamente 2 mil 300 millones más de personas.

“Ello implicará el aumento en la producción agrícola mundial de 70 por ciento, cifra que dudosamente se alcanzará si se efectúa bajo el esquema actual, donde se obtiene a partir de formas de elaboración intensiva con uso excesivo de agroquímicos”, comentó.

La economista destacó que estamos frente al surgimiento de nuevos problemas como aumento en las islas de calor; más inundaciones en las costas; mayor intensidad en las sequías, así como de tormentas tropicales y huracanes; además de campos de refugiados climáticos por el desastre que azota a todas las naciones.

Consideró que estamos a tiempo de fortalecer nuestra capacidad de adaptación a la vulnerabilidad climática, pues de otro modo cualquier crecimiento económico, suponiendo que se concretara, puede anularse, dejando en el nivel cero el modelo de la recuperación.

En México, desde hace por lo menos tres años, se presenta el fenómeno de El Niño que trae mayor sequía y menos lluvia, lo que ha impactado principalmente en el sector de la agricultura.

Mujeres activistas suman más en defensa del agua

El despojo de sus tierras y la escasez del recurso son factores comunes que han unido a dos mil 600 mujeres distribuidas en el país por la defensa del agua; todas están agrupadas en colectivos creados por ellas mismas.

Una de ellas es Josefina San Martín González, quien estimó que al menos el 52 por ciento de las mujeres que se suman a defender la causa del agua son niñas, “pues no rebasan los 18 años de edad, pero ellas defienden el agua que nos arrebatan los grandes monstruos de las empresas”.

En entrevista con La Razón, la activista, oriunda del estado de Puebla, dijo que “hoy en día están volteando a ver a quienes defendemos el agua, pero sólo porque saben que se está acabando o porque hay elecciones, pero nosotras llevamos años advirtiendo de esto, aunque ha sido difícil. Es bonito ver que se está sumando sangre joven, aunque ellas, las más jóvenes, se enfrentan muchas veces al acoso, a peligros y amenazas”.

Mientras el agua escasea, las principales encargadas de buscar soluciones son las mujeres. La lucha por los recursos hídricos la lideran las defensoras, a pesar de que, de acuerdo con el Global Witness, son más vulnerables a violencias y en primer orden se registran las amenazas como la más común, seguida del acoso, el hostigamiento y la estigmatización.

En Oaxaca, los colectivos se han extendido y hace un par de meses llegaron mujeres defensoras desde Guatemala y otras de la selva de Chiapas; unas más desde la Sierra Norte, también de la Mixteca y algunas de la costa y el territorio ikoots en Oaxaca. Se trata de unas 120 mujeres que comparten entre ellas testimonios, experiencias y motivaciones para seguir adelante en la exigibilidad y protección del líquido vital.

Para Nora Campos, lideresa de Defensa del Agua Indígena, “fue sorprendente ver tanta chamaquita dispuesta a defender los ríos, los manantiales”.

Concepción Rocche Batzin, representante de la organización Mujeres Tzútujiles, semilla ix ija´tz de San Pedro la Laguna, Sololá, quien participa en la defensa del lago Atitlán en Guatemala y zonas de Chiapas, denunció que es difícil defender el agua porque “hay muchas amenazas.

Paulina Juárez León, originaria de Las Maravillas, Berriozábal, Chiapas, acusó que, aunque en el territorio que habita hay suficiente agua, la calidad no es óptima para el consumo humano. Ella es monitora de calidad de agua y ha sido testigo de la presencia de heces fecales en el recurso líquido.

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FGR

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