Organización Unión Mujer

Persisten delitos contra ellas: expertas

Feminicidios, trata de personas, violencia de pareja, violencia familiar, homicidio y desaparición son sólo algunos de los delitos que afectan a las mujeres en México

Persisten delitos contra las mujeres, muchas de las cuales son madres. Foto: Cuartoscuro

Feminicidios, trata de personas, violencia de pareja, violencia familiar, homicidio y desaparición son sólo algunos de los delitos que afectan a las mujeres en México, muchas de las cuales son madres.

“Está todo el tema de desaparición de ellas y sus hijos; hemos visto el gran trabajo que hacen para localizar a sus familiares y que el Gobierno no hace, pero el tema que más ha afectado a las madres de familia es la violencia intrafamiliar, que también ha rebasado las casas hacia las calles. Ahora las mujeres en el país no se sienten seguras”, aseguró Paulina Amozurrutia, directora de la organización Unión Mujer.

La experta detalló, en el marco del Día de las Madres, que aún existen muchas desventajas para la mujer en México, ya que no hay una verdadera igualdad en todos los sectores, lo que provoca diversos tipos de violencia contra ellas. Señaló que faltan políticas públicas que protejan a la mujer y les brinden justicia.

“Debemos ser corresponsables de protegerlas entre todos los sectores de la sociedad, pues se les debería quitar un poco de carga que a veces se les tiene, cuando en muchos casos son las responsables de sacar adelante a sus familias”, agregó.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de enero a marzo de 2024 suman 184 feminicidios, 621 homicidios dolosos, 16 mil 109 actos de lesión, 41 secuestros, 992 actos de extorsión, 109 delitos de trata de personas, 66 mil 359 delitos de violencia familiar y cinco mil 011 de violación, todos en perjuicio de las mujeres.

Ana Laura Montaño es una de las víctimas; ella vive en el Estado de México y padeció la violencia familiar, luego de que su pareja la golpeó en al menos dos ocasiones.

“Todo iba bien hasta que, después de la pandemia, mi esposo comenzó a cambiar, pues las deudas comenzaron a abrumarnos y la situación se salió de control. A veces no teníamos para comer o para pagar los saldos que debíamos, y yo no trabajaba; por eso el enojo hizo que se desquitara conmigo”, explicó a este diario.

A pesar de que trataron de arreglar las cosas, nunca se pudo lograr y sólo quedó como salida la separación, ya que en diversos momentos el carácter violento de su pareja se hizo visible.

“Al no poder arreglar las cosas, sólo quedó irme de la casa con mis dos hijos, y ahora estamos en la casa de mis padres, más tranquilos, y él sólo va a visitarnos a la semana”, externó.

Por miedo, la madre no levantó alguna denuncia y sólo se alejó para estar tranquila, fuera del entorno que la afectó por varios meses.