Cientos de docentes adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marcharon este 15 de mayo, Día del Maestro, para exigir al Presidente López Obrador un aumento salarial del 100 por ciento al sueldo base que perciben.
Fueron 28 contingentes de maestros y maestras de todo el país, pertenecientes a la disidencia, quienes marcharon desde la Escuela Normal Superior hasta la Plaza de la Constitución, y al final instalaron un plantón que, se dijo, va a permanecer por tiempo indefinido.
Entre sus exigencias también está la abrogación total de la reforma educativa aprobada durante el sexenio pasado, además de una jubilación justa por años de servicio y la reinstalación de maestros cesados, así como el pago de pensiones en salario mínimo y no en Unidad de Medida Actualizada (UMA).
Por la mañana, al reconocer la labor docente, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció un incremento de 10 por ciento a los salarios de maestros y maestras de educación básica federalizada del país; sin embargo, el magisterio disidente chocó con esta determinación y entre sus consignas a lo largo de la marcha coincidían en que era insuficiente.
Ese aumento del 10 por ciento no va al sueldo base, como lo pedimos. Si se jubila un profesor, no sabemos cómo va a repercutir en su salario o en sus prestacionesJoel Rendón, Maestro de educación básica
Antonio Hernández Fuentes, quien representa a más de 22 mil maestros jubilados de la sección del CNTE de Oaxaca, explicó que el aumento no cubre las necesidades de las familias de los docentes. “Los salarios son de hambre, a pesar de los incrementos que se han dado, y eso no representa una solución ante la inflación”, sostuvo el maestro jubilado.
Explicó que la lucha magisterial en su estado logró “arrancar” el presupuesto de las manos de los gobiernos estatales y con ello ahora ellos hacen “la entrega de uniformes a los alumnos en cada ciclo escolar, además de la entrega de material didáctico y útiles escolares, y en algunas zonas hemos hecho entrega de calzado”.
“AMLO, decía que todo cambiaría. ¡Mentira! ¡Mentira!, la misma porquería”, reprochó Hernández Fuentes y le recordó al mandatario mexicano: “Le dijo a los jubilados que nos iba a pagar la prima de antigüedad a todos y no iba a quedar a deber ni un solo centavo y, hoy, lo único que quiere cumplir es lo que las instancias judiciales ya le ordenaron que pague, por eso esta lucha debe continuar”.
Joel Rendón, maestro de educación básica, en consonancia, afirmó: “Ese aumento del 10 por ciento no va al sueldo base, como lo pedimos. Si se jubila un profesor, no sabemos cómo va a repercutir en su salario o en sus prestaciones”. También señaló que su deber como docente es “comprender a los alumnos y entenderlos, apoyarlos con tanto problema que tienen en sus familias y todo lo que ellos viven, y hacer todo lo posible para que ellos aprendan”.
Una vez que llegaron al Zócalo, los maestros disidentes instalaron un campamento frente a Palacio Nacional y organizaron un mitin en el que los líderes de la CNTE calificaron como “insuficiente e insatisfactorio” el incremento del 10 por ciento y responsabilizaron al Gobierno “de este paro y plantón indefinidos”.
Acusaron que la CNTE no fue invitada a la “comilona” de Palacio Nacional y recordaron que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación “están ahí dentro aceptando todo lo que dice el Presidente, porque a su líder ya le dieron su premio: una senaduría plurinominal”.