Con motivo del ingreso a tierra del huracán Beryl, el Centro Coordinador de Operaciones DN-III-E y GN-A contra huracanes Península de Yucatán activó a 8 mil 601 efectivos del Ejército, Fuerza Aérea y la Guardia Nacional (GN) para auxiliar a las personas del estado de Quintana Roo que resultaron afectadas.
El personal desplegado se encuentra evaluando los daños ocasionados y apoya en la remoción de árboles caídos, postes y techumbres para despejar las vías de comunicación, patrullajes de vigilancia y evacuación de personas.
Para proporcionar alimentos y agua a la población, se cuenta con una cocina comunitaria con su respectiva tortilladora, con capacidad para preparar 3 mil raciones calientes diarias y tres plantas purificadoras del vital líquido en Tulum, Quintana Roo.
Las mujeres y hombres del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional continuarán trabajando en estrecha coordinación con las autoridades locales para asegurar la protección y el bienestar de las personas.
Habitantes se prepararon para impacto, a pesar de que no fue fuerte
A pesar de que el huracán Beryl no fue tan fuerte como esperaba la población, se prepararon para un posible impacto, blindando sus hogares y sellando entradas y salidas, ante cualquier emergencia que se pudiera presentar.
Daniel Espinoza, habitante de Tulum dijo a este diario que, ante los llamados de las autoridades, se aseguró que su casa tuviera las medidas necesarias en caso de un impacto.
“Asegurar ventanales, comprar comida enlatada, tener lo necesario, comprar comida enlatada, comprar cosas ora accidentes y un lugar seguro”, explicó.
Mencionó que lo más fuerte del paso del sistema tropical fueron las fuertes lluvias y el viento, debido que su casa estaba en riesgo, y por ello decidió acudir a resguardarse a la casa de un amigo, ya que su casa es de concreto y ahí no se sintió el impacto.
“Escuchar el sonido del viento, tal vez es lo que da más miedo, pues hay muchas personas que no están acostumbradas y las ráfagas sí daban un poco de preocupación”, indicó.
Señaló que, a pesar de ello, están acostumbrados a los huracanes, ya que es común que cada año haya alertas.
En tanto, Constantino Panzo quien es de la Ciudad de México, pero que está trabajando en las obras del Tren Maya sostuvo que el paso del meteoro fue tranquilo, a pesar de las lluvias, ya que no tuvieron alguna emergencia.
“De hecho todo bien, trabajamos en el Tren Maya y aunque pasó el huracán, todo bien; hubo muy poco”, aseveró.
Mencionó que es la primera vez que está en un evento de ese tipo, pero aclaró que no tuvo miedo, sino solo precaución, pues dijo que solo hubo mucho viento y lluvia, pero nada más.
“Solo hubo un poco de viento y lluvia, y ya, pero todo muy tranquilo. Era más fuerte lo que decían que lo que pegó”, agregó.
Los habitantes intentan hacer su vida cotidiana tras el paso de Beryl, aunque la falta de servicios como luz ha afectado sus vidas, además que muchos locales permanecen cerrados y no pueden comprar insumos.
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