Aunque el trabajo de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha crecido en los últimos años al punto de casi duplicarse, no ha sido así con el presupuesto que cada año se le asigna desde su propio eje: la Cámara de Diputados.
Mientras el número de auditorías que este órgano fiscalizador practica ha aumentado en 58 por ciento entre 2019 y 2022 (último año cerrado de auditorías), el dinero del que ha dispuesto para solventarse ha tenido apenas un crecimiento marginal de 16.5 por ciento.
De acuerdo con el Sistema Público de Consulta de la ASF, en 2019, primer año completo del sexenio, se realizaron mil 361 auditorías y derivaron observaciones por 102 mil 400 millones de pesos, de los que a la fecha permanecen extraviados 44 mil 989 pesos.
Para ese año, el presupuesto que le aprobó la Cámara de Diputados fue por dos mil 304 millones 444 mil 027 pesos, pero al final de año terminó por ejercer dos mil 438 millones 368 mil 125 pesos.
Para 2022, el número de auditorías fue de dos mil 153 y del proceso practicado derivaron, por ejemplo, mil 564 promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria y mil 029 pliegos de observaciones.
Y pese a que su trabajo, por lo menos en auditorías practicadas sí creció más del 50 por ciento, el presupuesto no atravesó la misma tendencia.
Para dicho año, la asignación avalada por la Cámara de Diputados fue por dos mil 528 millones 211 mil 079 pesos, pero al final, debido al aumento de auditorías, se le concedió un ligero aumento de 12.4 por ciento para alcanzar los dos mil 841 millones 763 mil 290 pesos.
Un aumento más considerable se observó para 2023, que de acuerdo con la Cuenta Pública, ejerció tres mil 103 millones 922 mil 872 pesos; no obstante, la asignación presupuestal para este 2024 es menor en nueve por ciento, pues se le avalaron sólo dos mil 022 millones 592 mil 996 pesos.
Este miércoles, La Razon publicó el estatus que guardan las observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación en el sexenio y que en su gran total ya superan los 133 mil millones de pesos, lo cual es atribuido por legisladores a diversas causas como la falta de presupuesto para reforzar sus áreas.
Sobre el tema, la diputada María Elena Pérez Jaén, integrante de la Comisión de Vigilancia de la ASF, apuntó como factores una deficiencia en el seguimiento que se da a las observaciones, como lo es lo que refirió como una carencia de rigor y celeridad en los requerimientos que se hacen a los entes auditados, a lo que se suma que ha transcurrido menos tiempo.
“Esta administración ha tenido menos tiempo para aclarar las observaciones comparado con los gobiernos anteriores, ya que ha transcurrido relativamente poco tiempo desde el inicio de su gestión, lo que ha limitado la capacidad de respuesta y solventación de los montos observados”, dijo la legisladora panista.
Sobre el tema, el expresidente de la Comisión, Alberto Carrillo, comentó que se requiere dotar de mayor presupuesto para entonces estar en condiciones de exigir que la Auditoría Superior audite órganos de mayor trascendencia, pues se le ha criticado concentrar sus esfuerzos en entes como estados o municipios.