“¡La primera!” fue el grito que resonó al interior del teatro Metropolitan, donde Claudia Sheinbaum Pardo celebró, ante legisladores y demás políticos y afines a la Cuarta Transformación, haber sido ratificada como presidenta electa.
Durante el cargo, dijo, no se deslindará del presidente Andrés Manuel López Obrador ni lo criticará, aunque haya quienes así lo deseen.
“Nuestros adversarios se molestan cuando hablo de Andrés Manuel López Obrador, piensan que me afecta cuando repiten sus insultos cargados de misoginia. Lo que quisieran es que hubiera un deslinde, que marcara la diferencia, que lo criticara. No lo voy a hacer nunca”, exclamó.
Al mensaje también cargó un recordatorio a las y los legisladores electos para que “en el corto plazo” aprueben las reformas enviadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero particularmente la judicial.
Aunque los instó a tomar en cuenta las opiniones vertidas en los foros de estas últimas semanas, los instó a tener claro que la elección de ministros, jueces y magistrados fue un “mandato popular” en la elección del 2 de junio.
“Así como el presidente separó el poder político, va a tocar ahora separar la justicia del poder económico”, dijo.
Al abrir un paréntesis para recordar que ahora como presidenta electa ya no representa solo a su movimiento político, sino a todos los mexicanos, compartió un “último” posicionamiento respecto a la renovación de la dirigencia para la cual sugirió renovarse y convocar al Congreso Nacional del partido para que sea éste el órgano que tome la decisión.
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