En su despedida del Cuerpo Diplomático acreditado en México, la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena destacó la importancia de respetar las soberanías de cada país y afirmó que la guerra y el conflicto no es la mejor manera de resolver las diferencias entre naciones.
Durante su mensaje, la canciller agradeció a los representantes diplomáticos del mundo, entre ellos Ken Salazar, de Estados Unidos -con quien el presidente Andrés Manuel López Obrador pausó relaciones-, el apoyo y colaboración en las relaciones bilaterales.
Dijo que México ha desplegado una política exterior activa en los distintos continentes del mundo lo que beneficiará a las comunidades, y subrayó que su sucesor Juan Ramón de la Fuente será un gran gestor de la diplomacia mexicana.
Comentó que entregará una Secretaría de Relaciones Exteriores que seguirá manteniendo las mejores condiciones diplomáticas con todos los países del mundo.
"La diplomacia es un oficio, es una técnica, es un arte que nos ha acompañado desde el origen de la civilización y tiene un papel protagónico en la manera que abordamos los problemas más urgentes en las próximas décadas y, sobre todo, para mantener un diálogo necesario entre nuestras naciones y los pueblos del mundo", expuso.
Ante la embajadora de Eslovaquia, Terézia Šajgalíková –decana de las mujeres diplomáticas–, así como representantes de organismos internacionales, Bárcena refirió que en México se vive la Cuarta Transformación de la vida pública cuya base es la justicia social.
"El gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que hoy me honro en representar y que le agradezco porque me dio la oportunidad más grande de mi vida profesional y personal, logró revertir tendencias sociales y sentó las bases para construir una sociedad justa, igualitaria y fraterna", añadió.
Remarcó que Claudia Sheinbaum será la primera mujer presidenta en México, quien en esta segunda etapa de transformación la política será más ambiciosa, ya que profundizará los esfuerzos del actual sexenio para combatir la pobreza y, sobre todo, la desigualdad social para garantizar crecimiento económico con dimensión social y ambiental.
"Queremos una sociedad que cuide, una sociedad del cuidado que cuide el legado, a los adultos mayores; del futuro, a los niños y niñas y al planeta, para garantizar justamente que ese legado trascienda a las futuras generaciones. En nuestra historia, la política exterior y la diplomacia han sido siempre una herramienta imprescindible para los proyectos que imaginan una nación soberana y próspera", expresó.
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