Las principales víctimas del delito de trata son mujeres y niñas, le siguen personas en condición migratoria y finalmente personas en situación de calle, dijo la abogada en derechos humanos Vianey Martin del Campo, y quien desde hace años forma parte de diversos colectivos de derechos humanos, de protección a las infancias.
La litigante señaló a La Razón que para la especialista en coordinación estratégica de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), Esther Montalvo, la cifra negra sobre este delito oscila en 90 por ciento en México, pero que no se refleja en estadísticas dado que existe una persistente falta de la denuncia o no es reclasificada con su nombre real.
El Informe sobre trata de personas de 2024, -con cierre hasta junio del presente año-, del Departamento de Estado de Estados Unidos, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y las ONG Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez, A.C., El Pozo de Vida y Comisión Unidos vs la Trata, señaló que “el delito de trata de personas en México experimenta un preocupante incremento desde los últimos años, principalmente ante el éxodo masivo de migrantes”.
El informe también detalló que la trata en México esta comandada por una red internacional operada por grupos criminales, que principalmente afecta niñas de entre 9 y 16 años; así como mujeres jóvenes y adultas.
El informe reveló que la lista de organizaciones criminales que encabezan esta red de trata en varios países de América, entre ellos México, son: el Tren de Aragua de Venezuela, La Mara Salvatrucha y Mara Barrio 18, de origen centroamericano, estas dos últimas crearon alianzas con el Cártel de Sinaloa (CDS), Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Unión Tepito, mismas que ahora han ido más allá del negocio del narcotráfico.
Para Vianey Martin del Campo es “importantísimo el acompañamiento familiar para evitar que los niños principalmente caigan en estas redes que no solo manchan a las infancias sino que les arruinan la vida, aún el país sigue sin tener reglas claras ni cultura de la denuncia, y cuando se llega a un ministerio público, normalmente califican un delito con el nombre del otro por lo que es necesario que la víctima encuentre previa asesoría para evitar que su delito sea reclasificado”.
Vicente Sánchez, investigador del Colegio de la Frontera, explicó que el número de migrantes que han sido víctimas de trata “podría ser incuantificable, tanto como es la migración misma”.
El experto dijo que una vez que las personas en esa condición, al igual que personas en situación de calle reportan el delito, es fácil que reclasifiquen su delito a otro menor y en el peor de los casos muchos no denuncian debido a que existe el miedo de que sean deportados o hasta aprendidos.
“El tráfico de personas ha evolucionado y ahora es controlado predominantemente por el crimen organizado, lo que llevó a la desaparición del pollero clásico; las autoridades están rebasadas por este problema social que pone el dedo en México”, señaló.
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LMCT
