Reconoce cambio en ritmo de vida

“Quería tirar la toalla al mes, pero seguimos”

Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio, señala que durante la última década ha sufrido diversas enfermedades que mermaron su salud; no ve avances en el esclarecimiento del caso

Benjamín Ascencio, uno de los 43, en una imagen de archivo.
Benjamín Ascencio, uno de los 43, en una imagen de archivo. Foto: Especial

Enferma y cansada, pero con la esperanza de ver a su hijo entrar a su casa una vez más para que se acabe “la pesadilla” que vive desde hace 10 años, Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista, normalista desaparecido en 2014, expresó que “ha sido muy difícil, de verdad, pues ya son 10 años de caminar, luchar y exhibir a las autoridades y su falta de responsabilidad”, destacó.

Entrevistada por este diario, explicó que Benjamín siempre tuvo presente que debía estudiar para no sufrir tanto, pues siempre fue su sueño ser alguien importante, ya que trabajaba en el campo, sembrando maíz con su familia, pero desde siempre vio algo más y siempre les dijo que estudiar le iba a cambiar la vida.

“Recuerdo muy bien sus palabras, sus sueños y sus anhelos, pues quería sobresalir y ser más que todos. Siempre buscó estudiar y superarse, pero siempre lo tengo presente; todos los días hasta que muera”, dijo.

Señaló que durante los últimos 10 años ha sufrido diversas enfermedades que han ido mermando su salud, como crisis nerviosa, dolor de huesos, presión alta y heridas en los pies.

“Me he enfermado mucho, como todas las madres; pues antes todo estaba bien, pero después del 26 de septiembre de 2014 hubo mucha preocupación, mucho sufrimiento, y nunca me imaginé llegar hasta los 10 años, pues al mes quería tirar la toalla, pero aquí seguimos”, dijo.

Mencionó que su ritmo de vida también ha cambiado, ya que dejó la siembra en el campo, así como la atención a sus familias por salir a las búsquedas.

“Tengo otras dos hijas que extrañan a su hermano, así como primos, tíos y muchos familiares, pero no podemos hacer nada”.

La madre pidió al Gobierno federal respuestas, pues si bien ha intentado esclarecer el caso, dijo, en los hechos no hay avances sustanciosos, ya que hay mucha gente que sigue amenazada y que no quiere o no puede hablar; sin embargo, espera que en estas semanas alguna de las personas pueda hablar y decir algo acerca de lo que ocurrió la noche del 26 de septiembre del 2014.

“Todo ha sido una simulación, realmente no vemos esclarecimiento o avance de las cosas; nos da coraje que nos sigan viendo la cara con verdades a medias en estos 10 años, pero esperamos que de verdad ya se tenga algo de avance”, dijo.

Cristina Bautista ha sido una de las madres que más ha exigido al Gobierno federal la presentación de los 800 folios que pueden dar información acerca de al menos 17 estudiantes que habrían estado retenidos con conocimiento de las autoridades, pues, de acuerdo con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), se localizaron conversaciones interceptadas por el Ejército que dan a conocer posibles ubicaciones de normalistas.

Por ello, la madre aseguró que lo peor que le pudo ocurrir al caso es que se ventilara la presencia del Ejército la noche de los hechos, pues a partir de ello las autoridades federales comenzaron a “dar carpetazo” al caso y una defensa a los elementos castrenses, lo que complicó el mismo trabajo del GIEI, que tuvo que salir del país por segunda ocasión, debido a que ya era “imposible” seguir encontrando detalles por la falta de información de la autoridad.