En una carta enviada a los padres y madres de los 43 estudiantes normalistas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que durante su sexenio "se avanzó" en las investigaciones del caso, aunque "no como quisiéramos", pero “nunca dejamos de buscar a los jóvenes”.
Tras subrayar que hay 151 procesados e insistir en que no hay ninguna prueba contra el Ejército, explicó que Gildardo López Astudillo, El Gil, integrante del cártel Guerreros Unidos, aceptó colaborar como testigo protegido a cambio de detener la extradición a Estados Unidos de Abigael González Valencia, posible integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Insistió en que el caso Ayotzinapa no es un expediente cerrado y habrá continuidad en las indagatorias con la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, para encontrar la verdad de lo ocurrido el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.
Envíe una carta a las mamás, los papás de los jóvenes de Ayotzinapa que fueron desaparecidos hace 10 años. Hice el compromiso con ellos de buscarlos hasta encontrar a los jóvenes y trabajamos en eso todo el tiempo, se avanzó, no como quisiéramos pero no es un expediente cerrado, va a continuar la investigación y se aclararon varias cosas que no se conocían, que la gente no sabía porque siempre se manejó este asunto sólo arribaAndrés Manuel López Obrador, Presidente de México
AMLO denuncia "obstáculos" en indagatorias
Desde Palacio Nacional, el Jefe del Ejecutivo Federal denunció que hubo varios obstáculos para lograr esclarecer los hechos ocurridos en Iguala donde desaparecieron los 43 normalistas, presuntamente a manos del grupo criminal Guerreros Unidos.
"Desde el principio de estos lamentables hechos se cometieron, consciente o inconscientemente, una serie de errores y omisiones que han complicado el esclarecimiento de lo sucedido en Iguala y conocer el paradero de los jóvenes", de lo que responsabilizó al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Garantizó que Claudia Sheinbaum dará continuidad a la investigación de la desaparición de los estudiantes.
"Estoy muy contento, acabamos de tratar el tema de Ayotzinapa. Si no nos da tiempo a nosotros de avanzar, me voy con la tranquilidad de que la próxima Presidenta, el próximo gobierno va a darle continuidad y va a seguir actuando con rectitud y haciendo justicia, pero así en todo", aseguró.
López Obrador envío una carta a familias de normalistas
López Obrador dio a conocer detalles del contenido de la carta a los familiares de los 43 jóvenes desaparecidos, donde explicó que Gildardo López Astudillo, "El Gil", integrante del cártel Guerreros Unidos, aceptó colaborar como testigo protegido a cambio de detener la extradición a Estados Unidos de Abigael González Valencia, posible integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Indicó que pese a que dicha colaboración permitió identificar los restos de dos de los desaparecidos, “no ha sido posible avanzar más porque el personaje, que permanece en la cárcel, no ha mostrado voluntad para seguir cooperando, aun cuando él tiene la comunicación y el contacto con otros integrantes de la organización Guerreros Unidos".
Ante la acusación de los padres y madres de familia de proteger al Ejército y no cumplir con su promesa de resolver la desaparición de los estudiantes, dio a conocer que se han procesado a 151 personas, incluyendo un elemento de la Marina y 16 militares, de los que dos son generales.
Añadió que están pendientes de ejecutar tres órdenes de aprehensión en contra de militares; se han explorado 158 sitios, además de que las secretarias de Gobernación, Luisa María Alcalde, y de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, han dialogado con personas que están en la cárcel y que pudieran tener alguna información sobre el paradero de los estudiantes.
Sostuvo que por "intereses políticos" ajenos a la investigación, tanto del país como del extranjero, empezó a manejarse la versión de parte de los defensores de las madres y padres de los estudiantes que los responsables de la desaparición de los jóvenes habían sido miembros del Ejército.
"Es importante aclarar que aun cuando no existe ninguna prueba de que el Ejército haya participado en la desaparición de los jóvenes, hemos actuado en contra de los militares que pudieron haber cometido los delitos de vinculación con la delincuencia organizada", apuntó.
Sin embargo, expuso que "por intervención de organizaciones de defensa de derechos humanos e, inclusive, con el beneplácito de los abogados supuestamente defensores de la causa", el Poder Judicial liberó a 65 personas bajo el alegato de que habían sufrido tortura.
El Presidente criticó la intromisión del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y de organizaciones defensoras de derechos humanos.
De 132 restos analizados, ninguno coincidió con los 43 normalistas
De acuerdo con el tercer y último informe sobre el caso Ayotzinapa, dado a conocer este miércoles, las autoridades reportaron que fueron localizadas 10 osamentas y dos fragmentos óseos, entre los que había mil 500 indicios que estaban pendientes de análisis, de los cuales 132 fueron considerados de interés, aunque al final ninguno coincidió con la identidad de los 43 normalistas víctimas de desaparición forzada en el 2014.
Como parte de este reporte que se buscó entregar a los familiares de los estudiantes, pero que se rehusaron a recibir, el Gobierno federal informó un aumento de 341 por ciento en las búsquedas de los normalistas, al pasar de 86 en 2023 a 294 este año.
Se estableció que los estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre del 2014 fueron buscados en 858 sitios en los municipios de Cocula, Cuetzala del Progreso, Eduardo Neri, Huitzuco, Iguala, San Miguel Totolapan, Taxco, Teleolapan y Tepecoacuilco.
Pese a que las autoridades ubicaron 10 osamentas y dos fragmentos óseos, ninguno fue compatible con la identidad de los jóvenes.
El reporte detalla que muchos restos óseos hallados con anterioridad no habían sido analizados, pues no se habían extraído los perfiles genéticos para su posterior confronta. De esta manera, se detectaron mil 500 indicios que estaban pendientes de análisis, de los que 132 fueron considerados de interés, aunque tampoco coincidieron con los perfiles genéticos de los estudiantes.
Además, se detectó que en una búsqueda donde localizaron nueve cuerpos, éstos no habían sido enviados para su identificación, debido a la falta de autorización o validación por parte de los peritos argentinos. En cuanto a los restos conocidos como petrosas, el informe detalla que también permanecían sin ser analizados desde el 2014, debido a que los expertos argentinos aseguraron que, por el grado de deterioro, era imposible su estudio, además de que estaban relacionados con la verdad histórica.
Sin embargo, por instrucción del Presidente Andrés Manuel López Obrador, de que todos los restos debían ser analizados sin ningún tipo de excepción, se llevaron a cabo los procesos para su identificación, pero en todos los casos el resultado fue negativo.
De esta manera, los restos contenidos en 16 cajas y una bolsa, de las que se tomaron 129 muestras para su análisis genético, se obtuvieron cinco haplotipos mitocondriales que resultaron negativos, en la confronta con los perfiles genéticos de los 43 estudiantes.
Sobre el testigo llamado Juan, que es colaborador de la investigación y que en realidad es Gildardo López Astudillo, El Gil, identificado como líder de la organización Guerreros Unidos, se señala que continúa el diálogo con él, ya que condicionó la ayuda al Gobierno federal por una amnistía.
En torno a la judicialización del caso, el documento detalla que al momento hay 135 expedientes en trámite y 134 personas procesadas, de las que 120 se encuentran detenidas bajo prisión preventiva y 31 tienen medidas cautelares diferentes a la prisión.
Además, existen 60 órdenes de aprehensión pendientes y tres procesos de extradición en curso, una de ellas es por Tomás Zerón de Lucio, exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), quien huyó del país en el 2019, y cuya extradición se solicitó desde el 20 de diciembre del 2021, pero sigue pendiente.
En referencia a Abraham Eslava Arvizu, exmando de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) que se encuentra en Estados Unidos, las autoridades dijeron que no hay avances, mientras que el caso de Ulises Bernabé, juez de barandilla que pudo haber tenido contacto con estudiantes el día de los hechos, también se mantiene sin cambios.
Al referirse a los 868 folios que los padres de los normalistas han solicitado en reiteradas ocasiones, el reporte señala que las autoridades militares han entregado todos los documentos en su poder, pero muchos de ellos no tienen relación con el caso, pese a que los familiares han mencionado que hay comunicaciones que pueden derivar en el paradero de al menos 17 estudiantes desaparecidos.
Padres: Sólo nos “aventaron” el reporte
Padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa denunciaron que funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob) fueron a “aventarles” el último informe sobre el caso, sin explicarles su contenido.
“Ayer (martes) llegaron unos funcionarios, probablemente de la Secretaría de Gobernación o de la Comisión para la Verdad del caso Ayotzinapa, intentando entregar esos informes; decían también que sólo llevaban como ocho o nueve ejemplares y que sólo fueron a aventar donde estaban los padres y madres de los 43, pero que aún así pedían que se firmara de recibido ese segundo informe”, explicó Isidoro Vicario, vocero de los familiares.
Enfatizó que el Presidente Andrés Manuel López Obrador les dijo en la última reunión que si ya no se verían por falta de información relevante, les haría llegar el último informe; sin embargo, criticó la forma cómo se hizo.
“Es lamentable, compañeras y compañeros, que un caso emblemático como la desaparición de los 43 estudiantes, aún en estos últimos días, no se pone con seriedad para nosotros; esa es una falta de respeto a los padres y a las madres”, sostuvo el vocero.
Señaló que el informe no tiene nada nuevo, ya que vuelve a criminalizar la labor de los abogados y las organizaciones que los apoyan, indicando que ellos son los responsables del nulo avance por intereses particulares.
Reprochó que el mandatario federal incumplió su palabra de llegar a la verdad en el caso, ya que a diez años, aún no tienen avances sustanciales de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014.
Insistió en la entrega de los más de 800 folios en poder del Ejército, que por lo menos dan cuenta del paradero de 17 estudiantes la noche de su secuestro y posterior desaparición.
Incluso, indicó que también se debe profundizar la línea de investigación sobre esos 17 estudiantes, pues hay indicios que señalan que estuvieron en Barandillas y posteriormente fueron llevamos a una colonia cercana a Iguala.
Nunca se deja solo a un camarada: Normalistas
Con el cabello a medio rapar que les hace ver la cabeza redonda, y con cubrebocas negro para cuidar parte de sus rasgos y mantenerse en el anonimato, jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, aseguran que su escuela es combativa, pero también fomenta valores entre compañeros.
Al hacer una reivindicación de los ideales de lucha de esta escuela, a la que consideran su “madre”, dos jóvenes de no más de 20 años accedieron a hablar con La Razón sobre cómo es su vida dentro de esta escuela rural.
Cuando se les preguntó su nombre, respondieron al unísono con un rotundo “¡no!”, pues argumentaron que también eso es importante para cuidar su identidad. “La Normal de Ayotzinapa es conocida porque nos enseñan el compañerismo —nunca se le va a dejar solo a un camarada—, además de que nos enseñan a ser empáticos con los demás movimientos sociales que apoyan a la Escuela Normal de Ayotzinapa”, comentó uno de los entrevistados con la voz cantada y con mirada profunda.
“Nunca se le dejará solo a un camarada”, insiste mientras juega con sus manos en señal de un nerviosismo que revela que pocas veces expresan su sentir. Explica que este valor surgió antes de la desaparición de sus 43 compañeros y por esa razón no se les ha dejado de buscar y exigir su aparición con vida.
Al hablar de la lucha que mantienen para que sean localizados, el tono de voz aumenta, es firme y contundente: “Seguiremos luchando por los 43 camaradas desaparecidos y pues, hasta que se solucione este caso, no vamos a descansar. Estamos en total apoyo con sus familias”, comentó.
A 295 kilómetros de la Ciudad de México, partiendo desde el Zócalo, se encuentra la Normal Raúl Isidro Burgos, casi cuatro horas en automóvil para aquellos que se aventuran a llegar a dicha escuela que comienza a ser afectada por la viruela del tiempo, pero que sus propios alumnos cuidan.
El joven de la mirada profunda y ojos negros, describe su universidad encallada en las faldas de la sierra guerrerense, y a cinco kilómetros de Tixtla, como “grande” y llena de murales que le evocan el sentimiento de lucha.
“Hay un mural del Che Guevara y de Lucio Cabañas, que salió de nuestra escuela y fue guerrillero”, comenta.
Asimismo, detalla que, en la explanada principal, cubierta por un toldo de lámina, “por estas fechas ponemos 43 bancas con las imágenes de nuestros 43 camaradas desaparecidos. Hay una tortuga gigante, que es emblema del pasar de la investigación”.
El segundo joven, de ojos más claros y cejas pobladas, menciona que para él “la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos la describimos como una madre, ya que nos alberga; alberga a los hijos de campesinos, aquellos que no tienen el recurso para seguir estudiando”.
El muchacho, que viste con un pants negro y playera gris, calza huaraches de suela de llanta que se miran gastados por el tiempo que los ha ocupado caminando y marchando, exigiendo la presentación con vida de sus 43 compañeros desaparecidos hace 10 años.
“La escuela es nuestra madre, de ahí salimos docentes, conscientes que van a los pueblos más marginados donde el Gobierno no quiere mandar a educadores. Es ahí donde nosotros llegamos a impartir nuestra conciencia, nuestros idealismos que se nos imparte; el compañerismo, el humanismo que llevamos de la Normal”, explica.
En las aulas de la Normal, explica, “nos enseñan, pues, como ser un maestro. Un maestro que empatice con los alumnos y pues les enseñe buenos ejemplos, buenos modales, y los apoye en lo que pueda. También a hacer diferentes cosas, como en todas las universidades para docentes, cómo hacer planeaciones de clases y dinámicas”.
Además de cómo ser maestros, el joven normalista puntualiza que, igualmente, les enseñan a “hacer un cambio en los niños, pues, enseñarles ese pensamiento de humanismo a los demás”.
NOS VEMOS COMO MAESTROS. En una reflexión, ambos jóvenes que egresarán de la Normal Rural, se ven como maestros en un futuro.
El chico de palabras cantadas comenta: “¿Mi persona? Se considera que a futuro sería un buen docente, ya que mi conciencia, mi analismo que llevaré a los pueblos marginados, es enseñarles a que no deben tener miedo a hablar, a manifestarse, que en un futuro ellos, si ven que están siendo reprimidos, salgan a las calles.
“Hay que darles esos idealismos que nos están impartiendo a nosotros. Ahí, como docente, impartiría el humanismo, que todos estuvieran unidos, en colectivos; que nadie hiciera menos a nadie, que todos apoyaran, que todos sobresalieran y que nunca se dejaran solos”.
El otro joven entrevistado por este diario, con voz en principio dudosa de su respuesta, dice: “Pues… nosotros estamos en una escuela que nos caracteriza por ser maestros, pues, que van a lo más recóndito del estado de Guerrero y diferentes estados; a donde el Gobierno prácticamente no les interesa nada ir”; y con los ojos húmedos, comenta: “Primeramente Dios, pues vamos a ser maestros”.
cehr