Ante los ocho pueblos yaquis, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo "misión cumplida", tras la aprobación de la reforma para el reconocimiento constitucional de las comunidades indígenas y afromexicanos en el Congreso de la Unión.
En el marco de la entrega del acueducto y distrito de riego 18 al pueblo yaqui, en Vícam Pueblo, de Guaymas, Sonora, el mandatario recordó que en esa comunidad le entregaron la solicitud para que se garantizaran los derechos de los pueblos indígenas.
"Ya podemos decir, misión cumplida. Qué significa esta reforma, tiene varias cosas importantes, desde luego el respeto a las culturas, las tradiciones, las lenguas de los pueblos originarios. Tiene dos cosas trascendentes, una que se considera a las comunidades indígenas como sujetos de derecho, qué es eso: que se les reconozca como gobierno, eso es todo.
"Van a tener su gobierno reconocido en la Constitución y van a tener su presupuesto, lo van a poder administrar y manejar de manera directa. Eso no se podía antes de esta ley, de esta reforma a la Constitución, había que pasar los fondos por los gobiernos estatales o municipales, o celebrar convenios, ahora ya pueden tener su presupuesto", explicó.
Acompañado de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum; el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, López Obrador expuso que el otro beneficio de la reforma es que deben ser consultados los pueblos originarios para que se realicen las obras de infraestructura.
"En las obras que construyan tanto el sector público como privado, tienen que consultarse a los pueblos indígenas antes de que se realicen", comentó, mientras era interrumpido por los gritos de "presidente, presidente" y "es un honor estar con Obrador".
Reiteró que a Sheinbaum no solo va a entregar el bastón de mando sino la banda presidencial, el 1 de octubre próximo, que "es una mujer excepcional, preparada, con experiencia, incorruptible, con buenos sentimientos, de buen corazón, una patriota mexicana. Por eso me voy muy contento y comparto con ustedes mi felicidad".
Tras ser recibido con la tradicional "Danza del Venado", el jefe del Ejecutivo federal recordó el tema del diferendo con España por la negativa del rey Felipe VI de ofrecer una disculpa a los pueblos originarios por las atrocidades cometidas durante la Conquista.
Dijo que, por ello, se le mandó una carta al monarca español para solicitar que pidiera perdón por los abusos, y también lo haría el Gobierno de México, sin embargo, no hubo respuesta.
"En esa carta le comentaba que nosotros íbamos a hacer lo mismo porque se logró la independencia, pero posteriormente continuó la opresión. Ya en el México independiente no se le consideraba ciudadano al indígena, y también se le esclavizó y no sólo eso, se llevó a cabo una política atroz, de exterminio para arrebatarles sus aguas a las comunidades originarias", subrayó.
El presidente comentó que uno de los pueblos que más sufrieron en la época del porfiriato fueron los yaquis y los mayas.
"En el caso de los yaquis fue una vileza, una canallada, una gran injusticia porque el ejército se preparó para reprimir y se compró armamento para que el gobierno declarara la guerra a los yaquis y a los mayas, y en esa guerra desigual, injusta, fueron asesinados alrededor de 15 mil yaquis y también miles de yaquis con familias, deportados a trabajar como esclavos en las haciendas henequeneras del sureste del país", puntualizó.
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