A unas horas de ser sentenciado, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, suplicó clemencia al juez de la Corte de Distrito de Nueva York, Brian Cogan, para que su condena sea corta y le permita regresar con su familia “lo más pronto posible”, ya que, aseguró, “no soy una amenaza” para la sociedad.
En una segunda carta dirigida al impartidor de justicia neoyorquino, el exbrazo derecho del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, destacó que lleva 58 meses preso en una cárcel de Brooklyn, luego de ser encontrado culpable de cinco delitos relacionados con el narcotráfico y falsear declaraciones a las autoridades estadounidenses.
“Yo nunca he sido una amenaza o riesgo para la comunidad. Mis valores, convicciones, conducta e historia de vida no tienen ningún registro criminal, todo lo contrario. El dinero sucio, los malos hábitos, la mala conducta no se pueden ocultar inclusive en condiciones extremas”, argumentó.
Es por ello, abundó, que solicitó al juez estadounidense para que se le permita regresar “lo antes posible” con su familia y pueda llevar a cabo su reincorporación a la “entrañable sociedad”.
Al inicio de la misiva, García Luna presumió a Brian Cogan haber sido “el mexicano con más reconocimientos y condecoraciones” en México, Estados Unidos y Europa, donde, dijo, realizó tareas de adiestramiento en servicios de seguridad e inteligencia.
Agregó que en la escala más alta de sus responsabilidades como secretario de Seguridad Pública federal manejó información clasificada y secreta de seguridad nacional entre México y Estados Unidos, además de llevar a cabo “innumerables tareas oficiales del más alto nivel de seguridad” para ambas naciones.
“(Es) impensable tener ese nivel de responsabilidad, información de Estado y de seguridad regional hemisférica, sujeto a niveles de control y vigilancia del más alto nivel, y al mismo tiempo tener contacto o vínculos con criminales por lucro. Son dimensiones totalmente inconcebibles, fuera de realidad”, afirmó.
Reiteró que nunca ha estado vinculado con miembros del narcotráfico, concretamente el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, cuando ocupó la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública en el sexenio calderonista.
“Cuando tuve la responsabilidad de combatir al narcotráfico, fui implacable en contra de los criminales que las producen, trafican y lucran con ella; nunca he consumido drogas, no tengo ningún vicio”, estableció.
Relató, en otra parte del texto escrito de puño y letra, que durante su estancia en prisión ha sido testigo de asesinatos, apuñalamientos y amenazas contra su integridad física. Además, remarcó que pasó casi un año en celdas de castigo, “sin haber violado alguna norma”.
García Luna retomó también el tema de la reforma al Poder Judicial que impulsó el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, con la cual se pretende “encarcelar a los que combatimos a sus aliados políticos vinculados con el narcotráfico”.