Jerarquía católica condena el ataque

Asesinan a cura en Chiapas; pide Iglesia seguridad

Marcelo Pérez, también activista por la paz, muere tras ataque a tiros en San Cristóbal de las Casas; tenía medidas cautelares de la CIDH; condenan crimen gobiernos federal y estatal; advierten que no habrá impunidad

Pobladores cargan el féretro del padre Marcelo, ayer. Foto: Cuartoscuro

El sacerdote Marcelo Pérez Pérez, quien se había destacado por su lucha en favor de la pacificación de Chiapas, fue asesinado a balazos ayer, cuando circulaba a bordo de una camioneta entre las calles Peras y Manzanas del barrio de Cuxtitali, del municipio de San Cristóbal de las Casas.

El religioso, perteneciente a la etnia tzotzil, transitaba sin protección por las vías citadas luego de salir de la misa de las 7 de la mañana, cuando ocurrió el atentado en su contra.

Elementos de la Policía Municipal, Guardia Nacional, Ejército y Policía Estatal Preventiva (PEP) de Chiapas preservaron el lugar donde ocurrió el ataque, en espera del arribo de peritos y agentes del Ministerio Público.

Semanas atrás, Pérez Pérez, en entrevista con medios locales, cuestionó lo que consideró una falta de atención a la violencia. Afirmó que los religiosos de la sierra sufrían acoso y amenazas, pero que continuaban realizando su labor pastoral.

Horas más tarde, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó el asesinato del padre Marcelo Pérez e hizo un llamado a las autoridades a investigar lo ocurrido y a implementar medidas para garantizar la seguridad de los religiosos.

La CEM “expresa su más enérgica condena y profundo dolor ante el brutal asesinato del P. Marcelo Pérez, sacerdote de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, ocurrido en el barrio de Cuxtitali. Este acto de violencia, perpetrado al terminar la misa cuando el padre salía para continuar con sus labores pastorales, no sólo priva a la comunidad de un pastor dedicado, sino que también silencia una voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas”, señaló la jerarquía católica en un comunicado.

Añadió que el padre asesinado fue “un ejemplo vivo del compromiso sacerdotal con los más necesitados y vulnerables de la sociedad”.

“Que el sacrificio del P. Marcelo Pérez no sea en vano, sino que nos impulse a todos a trabajar con mayor eficacia por la construcción de una sociedad más justa, pacífica y fraterna en Chiapas y en todo el país, fiel al mensaje del Evangelio que él predicó con su vida y su muerte”, señaló la CEM.

De igual forma, la Compañía de Jesús advirtió que el crimen “no puede quedar impune” y señaló que el padre Marcelo “ha sido un símbolo de resistencia y acompañamiento para las comunidades de Chiapas durante décadas, defendiendo la dignidad, los derechos de los pueblos y la construcción de una paz verdadera”.

En un comunicado, la orden religiosa consideró “fundamental” que se atiendan las demandas de la comunidad de Pantelhó y se respete la voluntad de las autoridades legítimamente elegidas por la población.

Por la tarde, la Presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que la Secretaría de Gobernación ya atiende lo relacionado con el asesinato del sacerdote, y que ella ya tuvo comunicación con las autoridades eclesiásticas de nuestro país.

Durante su gira por Yucatán, la mandataria expresó que este lunes proporcionará más información sobre el caso.

Por su parte, la titular de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, expresó su pesar por el asesinato del padre y activista, y afirmó que no habrá impunidad, mientras que el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, aseveró que colaborará con todas las autoridades para garantizar que el crimen en contra del clérigo no quede sin castigo.

Por otro lado, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de Marcelo Pérez Pérez e instó a las autoridades “a llevar a cabo una investigación pronta, exhaustiva y eficaz”.

Aumentan agresiones en contra de clérigos

El número de sacerdotes y religiosos católicos que fueron detenidos, secuestrados o asesinados a nivel mundial en el 2023 aumentó 6.4 por ciento en comparación con el 2022, de acuerdo con un estudio de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).

Según los datos de esta asociación, en el 2022 se registraron 124 casos de clérigos agredidos de alguna forma, mientras que para el siguiente año la cifra aumentó a 132.

El análisis señala que el número de religiosos que ha sufrido algún hecho violento podría ser mayor, ya que en algunos países es difícil obtener información fiable.

En México, en lo que va de este año se han registrado por los menos tres casos: la privación ilegal de la libertad del obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo, Salvador Rangel, que ocurrió en Cuernavaca, Morelos, el 26 de abril; el secuestro y asesinato del sacerdote Isaías Ramírez en Guadalajara, Jalisco, el 18 de agosto, y el asesinato del padre Marcelo Pérez en San Cristóbal de las Casas, ayer.

Por otro lado, el Centro Católico Multimedial documentó, del año de 1990 a junio del 2023, 78 asesinatos de sacerdotes y personal religioso.

En entrevista con La Razón, el padre Mario Ángel Flores Ramos, exrector de la Universidad Pontificia de México y consultor de la Comisión Teológica Internacional y director del Observatorio de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), señaló que los sacerdotes están expuestos al crimen organizado y más cuando realizan activismo.

“Tal vez, por el propio trabajo en la línea, como todos los defensores de la sociedad, los activistas sociales, se ha dado y podríamos, a reserva de que se profundice la investigación de lo que hoy ha sucedido, podríamos estar en ese caso con el padre Marcelo, en el caso de un sacerdote comprometido con sus comunidades, buscando la pacificación y denunciando el origen de esa invasión que hay actualmente en Chiapas del crimen organizado”, declaró el religioso.