Uno de los grandes retos que enfrentará quien ocupe la titularidad de la CNDH será lograr la confianza y acercamiento a la población, estimó Jorge Sánchez Arellano, uno de los 47 aspirantes a presidir el organismo; además, advirtió que, “como en otras instituciones, la población debe saber quiénes están cerca para acompañarlos; eso sucedió justamente con el Inai, del cual ahora ya veo mucha más información sobre quiénes son, pero esto ocurrió sólo al ver la posibilidad de ser extintos”.
Sánchez Arellano comentó que es importante fortalecer las instituciones que pueden acompañar a los mexicanos en lograr justicia o equidad; enfatizó el caso del Instituto Nacional de Transparencia y mencionó que, de darse la desaparición del organismo, la CNDH deberá trabajar en la protección de los derechos en materia de transparencia, rendición de cuentas y protección de datos personales, asumiendo que esta sería una tarea más que tendría que enfrentar el organismo garante de derechos humanos.
El ombudsperson debe ser cercano a la gente, siempre debe atender personal e inmediatamente a las víctimas y hacer de la CNDH una plaza públicaJorge Sánchez Arellano, Candidato a la presidencia de la CNDH
El sábado concluyeron en el Senado las comparecencias de 47 aspirantes a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quienes expusieron sus propuestas para dirigir el organismo en el periodo 2024-2029.
El postulante a dirigir la CNDH mencionó que la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Reyna Celeste Ascencio Ortega, agradeció a las personas que participaron en el proceso y cuyo siguiente paso, añadió, es la evaluación de los perfiles para presentar en noviembre una terna a la Mesa Directiva.
“Todos tienen perfiles muy completos, todos tuvimos acceso a media hora para exponer nuestra propuesta con excepción de Rosario Piedra Ibarra y Nashieli Ramírez Hernández, titular de la Comisión de Derechos de la Ciudad de México; ellas tuvieron hora y media”, señaló.
El licenciado mencionó a La Razón que el organismo autónomo debe “adaptarse a la nueva realidad del país en donde uno de los más grandes retos es atender los derechos humanos de los miles de migrantes que llegan a México, así como el tema de la seguridad en el país”.
También mencionó que el ombudsperson debe hacer a un lado cualquier filiación política y dedicarse al cargo para atender a todas las personas de manera imparcial; también consideró importante acelerar el cumplimiento de las recomendaciones.
“El ombudsperson debe ser cercano a la gente, siempre debe atender personal e inmediatamente a las víctimas y hacer de la CNDH una plaza pública a la que pueda acudir la ciudadanía libremente, que no se sientan intimidados o lejanos a este órgano”, señaló.
Uno de los pilares de su propuesta es la creación de vínculos más fuertes con la sociedad, especialmente con las víctimas de violaciones de derechos humanos y con aquellos grupos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, destacando la importancia de colaborar con organizaciones de la sociedad civil, activistas e instituciones públicas para fortalecer la defensa de los derechos humanos y asegurar que las necesidades de los ciudadanos sean atendidas de manera efectiva.
Además, subraya el compromiso de la CNDH con la Agenda 2030 de la ONU, asegurando que todas las políticas públicas se basen en la protección de los derechos humanos. Este enfoque integral busca no sólo la defensa de los derechos en situaciones específicas, sino también la construcción de un marco normativo que promueva una verdadera justicia social.