Norma Piña Hernández, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), condenó que el domingo pasado fueran encapsuladas dos juezas por parte elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) durante una protesta afuera del Autódromo Hermanos Rodríguez, previo al Gran Premio de la Ciudad México.
En la inauguración del Congreso Internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que las juzgadoras "fueron sometidas a un excesivo uso de la fuerza estatal".
"Cuando se trata así a las personas que además han dedicado su vida a la defensa de la Constitución resulta inevitable recordar que la línea divisoria entre el desacuerdo y la intolerancia es tan tenue como la línea divisoria que puede haber entre la intolerancia y el autoritarismo"Norma Piña Hernández, ministra presidenta de la SCJN
Manifestó que, en México, el Poder Judicial ha hablado a través de sus sentencias que, "reconocidamente, han protegido los derechos y las libertades, y ahí está el legado escrito y que ha permeado en nuestra sociedad y seguirá permeando, invaluable por las que han hablado las juezas y los jueces de la República".
Para que el derecho sea realidad, añadió la ministra Piña Hernández, se necesita contar con el elemento “seguridad” que le permita aplicarlo, él dará, a la vez, nacimiento а la norma que se impone coactivamente y ésta no se puede detener ante la voluntad de ninguno, ni de autoridades ni de ciudadanos, salvo que sea inconstitucional e inconvencional, pero si no lo es, no debemos desobedecer, son las reglas que garantizan nuestra convivencia como sociedad.
En entornos de permeabilidad y de mutación en una democracia constitucional, dijo, son atendibles las opiniones que sostienen que los derechos son precisamente un producto de la democracia y que, como tales, están sujetos a la regulación de la ley, a resultas de procesos políticos y de reflexión colectiva.
Aseguró que la Constitución, como Ley Suprema, es un inmenso y muy poderoso manto protector de certeza, de confianza, de seguridad y, sobre todo, de unión entre las y los mexicanos.
“Ello, nos obliga a todas las autoridades, en el ámbito de nuestras competencias a promover, respetar y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y —muy destacadamente— el de progresividad y he sostenido también que la Constitución es el pacto federal que nos permite superar nuestras diferencias y estar todos de acuerdo en lo fundamental; es el centro de gravedad donde convergen los fines y los entramados institucionales para llegar a ser el México que podemos y debemos ser”Norma Piña Hernández, ministra presidenta de la SCJN
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