Hay quienes creen que las autoridades de Sinaloa deben revisar con la cabeza fría su decisión de mantener la realización de la Feria Ganadera a toda costa, a pesar del recrudecimiento de la ola de violencia. Los eventos masivos deben ser promovidos, pues dejan una importante derrama económica. Sin embargo, distintas voces no han dejado de hacer notar que en estos momentos la entidad vive una situación especial, por la pugna entre dos facciones del crimen organizado. Y en la feria, como todos saben, se presentan grupos que muchas veces exacerban los ánimos. Además, el ataque de ayer a la sede de la Feria pudiera ser, se ha dicho, una advertencia de los criminales. El gobernador Rubén Rocha, palabras más, palabras menos, dijo que el evento va porque va. Alguien debería llamarlo a que piense bien las cosas, pues al querer ofrecer una imagen de normalidad en donde no la hay, puede poner en riesgo la integridad de muchas personas. Pendientes.