Y es Rosario Piedra, quien aspira a ser reelecta para un segundo periodo al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cuya postulación debió cargar con un nuevo revés. Esto luego de que se revelara que la carta de apoyo supuestamente firmada por el obispo Raúl Vera, resultó ser más falsa que un billete de 30 pesos. Fue la noche del pasado miércoles que la propia ombudsperson admitió haber presentado el documento —en el que se ensalzaba su trabajo y se le calificaba como “constructora de esperanza”— aunque sostuvo que lo hizo sin mala fe y sin malicia. Lo planteó sin embargo, como reacción al reclamo del prelado que previamente denunció que “las palabras que ahí se expresan, además de estar mal escritas, ni son mías, ni obedecen mi pensamiento, ni reflejan mi ideología”. Y no sólo eso, sino que pidió a las autoridades correspondientes atender el hecho de que se hubiera utilizado y difundido su firma, lo que calificó como delito. En el Senado ayer tomaron nota y además de pedir que se descalifique a Piedra, se abra una investigación penal. Uf.