El PAN eligió a su próxima dirigencia nacional, en momentos en que se encuentra sacudido y desdibujado, con un retroceso electoral con su actual presidente, fracturas internas y una pronunciada cuesta arriba electoral, con el descalabro más reciente en las elecciones presidenciales de junio pasado y la última derrota legislativa tras la separación de los Yunes, que dieron el voto crucial a la Cuarta Transformación en la aprobación de la reforma judicial impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
El actual dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, ha estado al frente del partido durante seis años, luego de que en el 2018 fue electo para un primer periodo de tres años, para luego reelegirse en el 2021, cuando fue el único candidato registrado.
Cuando llegó a la presidencia albiazul, Acción Nacional gobernaba 11 estados de la República, y luego de seis años de gestión, dicho instituto político sólo mantiene el poder en Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato y Querétaro.
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Los números indican que, bajo el liderazgo de Cortés Mendoza, el PAN perdió una elección presidencial, 28 gubernaturas en disputa, y pasó a gobernar en 100 municipios menos respecto a las elecciones intermedias del 2021 y tener 46 curules en la Cámara de Diputados menos en relación con las que tuvo en las mismas elecciones intermedias.
Además, antes del 2024, Acción Nacional gobernaba 312 municipios y después de las elecciones de este año se redujeron a 226, 27.6 por ciento de disminución.
En números absolutos, Acción Nacional, en el periodo del 2019 al 2024, sólo ganó 22 senadurías, 179 diputaciones federales y 552 municipios, apenas 17.3 por ciento de efectividad; es decir, 82.7 por ciento de no efectividad con su dirigente Marko Cortés, de acuerdo con datos retomados de Polls Mx.
La última derrota del panismo, y de la oposición en su conjunto, fue el 2 de junio, cuando se perdió la Presidencia de la República contra la abanderada de Morena, Claudia Sheinbaum, de la coalición Sigamos Haciendo Historia, quien registró 35 millones 924 mil 519 votos, 59.76 por ciento de la votación, mientras que Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, obtuvo 16 millones 502 mil 697 votos, 27.45 por ciento de la votación. El PAN, como partido político, alcanzó nueve millones 644 mil 918 votos.
Después de la derrota electoral, y con los ánimos mermados, en la bancada de Acción Nacional en el Senado de la República la familia Yunes, al momento de la discusión de la reforma al Poder Judicial, se decantó por el proyecto del bloque de la Cuarta Transformación, con lo cual Morena y aliados lograron la mayoría calificada que permitió aprobar la enmienda.
Días antes, Marko Cortés había asegurado que el Senado de la República habría de ser el contrapeso de Morena y sus aliados, pues éstos no contaban con la mayoría calificada para hacer la “aplanadora”.
El proceso interno para la elección interna del PAN y el relevo a Marko Cortés involucró, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), a más de 277 mil 665 militantes inscritos en el padrón, quienes debieron elegir entre Jorge Romero, diputado con licencia, y Adriana Dávila, exdiputada federal.
A lo largo del proceso, Adriana Dávila denunció irregularidades, al acusar que la dirigencia actual había operado en favor de Romero Herrera, a quien señaló de ser favorecido por Marko Cortés.
Por su parte, Jorge Romero ha comentado que será necesaria, para la próxima dirigencia, la unidad en Acción Nacional, así como abrirse a la gente.