Legisladores de oposición se lanzaron en contra de la reelección de Rosario Piedra Ibarra en la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), lo cual, consideraron, condena al país a cinco años de injusticias y abusos de autoridad.
Manuel Añorve Baños, coordinador del PRI en el Senado, opinó que “la presidencia de Piedra ha destruido la lucha por los derechos humanos y la institución creada para ello”.
Reprobó la decisión de Morena, PT y Verde Ecologista de meter en la terna para la CNDH a Piedra Ibarra, a pesar de que fue la peor evaluada durante las comparecencias de los 47 aspirantes.
En tanto su compañera de bancada, Cristina Ruiz Sandoval, calificó como “cinismo político” la reelección de Piedra, que llevó a cabo la madrugada de ayer el oficialismo.
“Al inicio de este proceso las comisiones unidas de derechos Humanos y de justicia realizaron un trabajo imparcial y transparente, pero al final se burlaron de nosotros y de los 47 aspirantes que participaron en este proceso. Así es, se burlaron de la democracia”, denunció.
Acusó a Morena de ser unos “grandes tracaleros” a quienes les dictó línea su “patrón” Andrés Manuel López Obrador. “Fue un claro ejemplo de la política robalera, no cabe duda de que en Morena ser palero tiene su recompensa, porque ella nunca ha estado de lado de las víctimas sino del lado del poder”, afirmó.
A su vez, la coordinadora del PAN en la Cámara de Diputados, Noemí Luna, manifestó su rechazo a la reelección de Rosario Piedra al frente de la CNDH.
La legisladora escribió que la decisión que tomó el Senado respecto a la comisión “es la piedra que marca el inicio del sexenio y el nulo compromiso con la defensa de los derechos humanos”.
La diputada panista Paulina Rubio Fernández y el vicecoordinador de esa fracción, Federico Döring, sentenciaron que quien llegó a la titularidad del organismo autónomo lo hizo sin cumplir los requisitos legales, pues mantuvo su militancia en Morena.
cehr