Si no es por una es por otra, nos dicen quienes siguen de cerca lo que ocurre en el INE, pero resulta que la presidenta del órgano electoral, Guadalupe Taddei, nomás no termina de consolidar un equipo de trabajo duradero. Primero fue porque por la división que priva entre consejeros, no obtuvo los apoyos a las propuestas que hizo en cargos directivos. Y tan hizo ruido lo anterior que la 4T de plano le obsequió una reforma para no tener que considerar el punto de vista de otros consejeros para hacer esos nombramientos. El caso es que ahora deja su cargo Claudia Suárez, quien ocupaba nada menos y nada más que la Secretaría Ejecutiva del INE, esto es, el segundo cargo de relevancia de esa institución. Por motivos personales y familiares, ha explicado ayer Taddei al confirmar la baja de su cercana, quien durara en el encargo 10 meses. Se va, por cierto, en el delicado momento en el que el INE acomete la nada fácil elección de jueces.