Quien ayer puso en evidencia la doble moral que tienen algunos liderazgos de Morena fue el coordinador del guinda en el Congreso de Campeche, José Antonio Jiménez Gutiérrez. El pasado miércoles, el morenista llevó a la tribuna del Legislativo local la protesta de ocho trabajadores de la capital que exigen respeto a sus derechos laborales. Don José Antonio posiblemente hizo bien al respaldar una demanda que puede ser legítima. Sin embargo, el legislador no mostró la misma sensibilidad con los más de mil policías estatales que entre marzo y mayo realizaron un paro de labores en protesta por los malos tratos de parte de la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz, y por la falta de equipo. Tampoco dijo nada cuando la gobernadora Layda Sansores insultó a los inconformes y ordenó el despido sin indemnización de más de 100 de ellos. ¿Por qué esta doble moral? Una pista: la capital está gobernada por la oposición.