El inédito proceso electoral para renovar al Poder Judicial se encamina hacia una nueva etapa en la que, nos dicen, el INE deberá sacar adelante los comicios bajo presión de tiempo y de recursos. Aunque el Instituto aún no recibe respuesta oficial respecto a la prórroga de 90 días solicitada, se da por descontado que no habrá tal aplazamiento, por lo que la jornada electoral será el próximo 5 de junio. Tampoco se sabe cuánto presupuesto tendrá para la organización del proceso, pero es claro que no recibirá los poco más de 13 mil millones de pesos que pidió. Ante esto, el panorama que se avizora es que se contrate menos capacitadores, que haya menos publicidad y que se instalen menos mesas receptoras del voto que las idóneas, lo que a su vez repercutirá en una menor participación ciudadana. Y al final, si las cosas no salen como se esperaban, los políticos culparán al árbitro, como ocurrió en la consulta popular sobre los expresidentes. ¿O será otra cosa distinta?