Un nuevo agarrón se suscitó ayer en el Senado durante la discusión para ampliar el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa. Y es que la priista Anabell Ávalos y su excompañera de bancada Cynthia López Castro se confrontaron después de que la primera llamó traidora a la hoy morenista, quien “se cambió de vestido y de zapatos”, dijo, pero que en el 2019, como diputada federal, votó en contra de la prisión preventiva. López Castro reclamó a la tlaxcalteca que obedezca órdenes de los hombres de su bancada para atacarla, en una indirecta a Alejandro Alito Moreno, y la retó a decirle “en su cara” todas las cuentas pendientes que tenga con ella. El presidente de la Mesa Directiva en turno, el también priista de otra época y hoy verde-ecologista Jorge Carlos Ramírez Marín, puso fin al debate y ya no dio oportunidad para responder por alusiones personales. Pero en el siguiente turno que tuvo de subir a tribuna, Ávalos le aclaró a su excorreligionaria: “A mí no me manda nadie”. Uf.