A pesar de los esfuerzos para desarrollar una vacuna contra el VIH, “aún no se ha logrado una solución efectiva, debido a la rápida mutación del virus”, por lo que especialistas ven difícil contar con inmunización, y uno de los grandes errores de la propagación de las pandemias es “bajar la guardia”, advirtió José Luis Alfredo Mora Guevara, secretario de Desarrollo Académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.
Mora señaló que, ante este escenario, el Día Mundial del Sida se convierte en un recordatorio de la importancia de la prevención, la educación continua y el apoyo a quienes viven con VIH, y comentó que, de enero a noviembre de este año, las autoridades sanitarias registraron en promedio dos nuevos casos de VIH y sida cada hora, por lo que México llega al Día Mundial de la Lucha contra esta enfermedad con 13 mil 876 nuevos reportes.
Según el registro de seropositivos del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH-sida (Censida), de 1983 (año en el que se registró el primer caso de sida en el país) hasta el 11 de noviembre de 2019, se encuentran bajo vigilancia epidemiológica 301 mil 182 personas con infección, de las cuales 178 mil 310 siguen con vida, 36 por ciento ha fallecido y cinco por ciento se desconoce su estatus.
Este año se perfila para tener cifras menores que en 2018, cuando se detectaron 17 mil 183 nuevos casos —63 por ciento de VIH— y se estima que más de la tercera parte de los pacientes no están diagnosticados.
Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Morelos, Baja California, Colima, Veracruz y Tabasco tienen las mayores tasas de casos nuevos diagnosticados de VIH y de sida por cada 100 mil habitantes en 2019; Quintana Roo tiene la tasa más alta del síndrome con 17.2.
En México, el problema se concentra en adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años, pues en 2023 se encontraba en este rango de edad 45 por ciento de los casi 11 mil nuevos casos, reveló la directora del Censida, Alethse de la Torre. A escala internacional, se calcula que son de ese grupo de edad una de cada cinco personas que contrajo el virus en 2018.
Jorge Saavedra, director ejecutivo del Instituto Aids Health Fundation (AHF) de salud pública global, señaló que en América Latina la población más afectada por contagios de VIH-sida son los hombres gays, bisexuales o las mujeres trans, y los países deben tener políticas prioritarias de prevención. Aunque, por otro lado, Maite Venegas, abogada feminista, resalta que “son mujeres amas de casa, las que más se contagiaron en la década de los 80, y hoy el panorama no es distinto”.
Señaló que, a 41 años del primer caso registrado de VIH en México, “la barrera a derribar es el estigma”. La litigante recordó que se estima que en México 370 mil personas viven con VIH, entre las cuales siete de cada 10 tienen un diagnóstico, pero sólo 60 por ciento está en tratamiento y ha llegado a la supresión viral.
“Nosotras hemos hablado con mujeres que nunca pensaron que se contagiarían, y el esposo es quien les lleva la enfermedad. Nosotras hemos pedido mucho porque se concientice a las amas de casa y que se les informe mucho sobre las situaciones que existen afuera. No es que sean inocentes, como nos han dicho violentándolas de nuevo, pero por mucha confianza que tengan en la pareja, hay que tener esas dudas. Muchas de ellas se habrían salvado del contagio”, señaló.
Han pasado 43 años desde que el mundo conoció los primeros casos de sida y, aunque los avances han sido significativos, aún queda trabajo por hacer para alcanzar la meta de eliminar el sida antes de 2030.
Este 1 de diciembre, Día Mundial del Sida, AIDS Healthcare Foundation (AHF) y cientos de organizaciones alrededor del mundo se unen para recordar la importancia de mantener el VIH en la agenda de salud pública y fortalecer los esfuerzos de prevención, diagnóstico y tratamiento. Porque el sida es una pandemia que aún no termina.
No obstante, Guillermo Bustamante Vera, coordinador general de Programas de AHF México, señala que “en México, la administración gubernamental que inicia labores este año y todas las instituciones del Sistema Nacional de Salud deben reforzar los mecanismos de coordinación en todos los procesos de atención integral del VIH e incluir la experiencia comprobada de las organizaciones civiles y de base comunitaria; sólo así podremos vislumbrar cero casos de sida y la reducción de los casos nuevos de VIH. Sólo tenemos cinco años para alcanzar estos objetivos, lograr una vida plena es la meta.”
