Y nos piden no perder de vista los focos amarillos que están encendiendo ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque resulta que de no ser atendidos en una ley secundaria, podrían convertirse en alertas rojas. Se trata del tema de las Salas de la Suprema Corte que habrán de desaparecer, según lo establece la reforma al Poder Judicial. Y es que resulta que su desaparición dejará mermadas las capacidades del máximo tribunal de resolver asuntos. En una revisión hecha desde 2011, resulta que las salas atendieron el 93 por ciento de los asuntos, mientras el pleno sólo lo hizo con el porcentaje restante. Fueron los ministros Jorge Pardo y Pérez Dayán los que dieron cuenta del vacío que se generará. “No son órganos aislados con funciones meramente administrativas, sino estructuras diseñadas para garantizar excelencia, celeridad y especialización que permite análisis profundo de las materias”, ha señalado el ministro Pardo. Ahí quedan por lo pronto, nos comentan, los focos amarillos.