Estados Unidos entregó más de 176 millones de dólares a los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, para contener la migración irregular en suelo mexicano, según un reporte del Congreso estadounidense.
Dichos fondos otorgados desde Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, permitieron la instalación de equipo de control biométrico en 52 estaciones migratorias en México, a las cuales las agencias estadounidenses tenían acceso.
Además fueron capacitados más de mil servidores públicos mexicanos, mejoramiento de la red de comunicaciones en la frontera con Guatemala y la adquisición de equipo de inspección no intrusivo, de acuerdo con el informe del Servicio de Investigación Legislativo del Capitolio (CRS, por sus siglas en inglés).
Sale nueva caravana migrante de Chiapas con 2 mil 500 integrantes
“Desde 2014, con el apoyo financiero y técnico de Estados Unidos, México ha establecido bases navales en sus ríos, cordones de seguridad al norte de sus fronteras con Guatemala y Belice, y vigilancia con drones en las regiones fronterizas”, agregó el reporte.
“Desde 2019 hasta el final de su mandato, López Obrador adoptó una línea más dura que sus antecesores hacia la migración, en parte debido a la presión de las administraciones de Trump y Biden”, indicó el informe.
Dio cuenta de un despliegue de más de 25 mil efectivos de la Guardia Nacional (GN), en apoyo al Instituto Nacional de Migración (INM), luego de la amenaza de Trump de imponer aranceles a productos mexicanos en 2019, lo cual se resolvió por la vía diplomática.
También se refirió a los recientes amagos del presidente electo de EU para que México refuerce sus controles migratorios, tanto en el norte como en el sur.
El reporte recordó que Trump “se ha comprometido a aumentar las deportaciones, reiniciar el MPP (Protocolos de Protección a Migrantes o Quédate en México) e imponer un arancel de 25 por ciento a mercancías procedentes de México, hasta que el gobierno mexicano frene la migración irregular y las drogas con destino a Estados Unidos”.
De igual manera, EU financió con más de 163 millones de dólares entre 2017 y 2023 a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), para atender el aumento de las solicitudes de asilo. En ese contexto, las peticiones pasaron de 40 mil en el 2020, a más de 140 mil en el 2023, principalmente de migrantes de Haití, Cuba, El Salvador, Guatemala y Honduras.
Al enfatizar en las medidas de contención, añadió que, desde el 2021, nuestro país “supuestamente ha tratado de mantener a los solicitantes de asilo en el sur de México, a pesar de las peligrosas condiciones allí; a menudo viajan en autobús. El gobierno también creó requisitos de visa para aquellos provenientes de países como Brasil, Ecuador y Venezuela”.
El CRS explicó que los 163 millones de dólares también incluyen financiamiento a organizaciones de la sociedad civil que proveen ayuda humanitaria para migrantes irregulares que cruzan por territorio mexicano ofreciendo albergues, ayuda legal, transporte y atención médica.
En noviembre pasado, el embajador de EU en México, Ken Salazar, acusó que el expresidente López Obrador rechazó la ayuda de su país para combatir al crimen organizado y cerró la puerta a inversiones superiores a 32 millones de dólares.
“Si se va a lograr la seguridad en México tiene que haber una seguridad profunda como socios, con respeto a la soberanía, trabajándolo día con día. Desafortunadamente, esa coordinación ha fallado en el último año (de AMLO), en gran parte porque el presidente anterior no quiso recibir el apoyo de EU”, reveló en su momento.
Ante obstáculos, buscan nuevas rutas por Tabasco
Debido a que autoridades migratorias detienen y regresan a cientos de personas irregulares diariamente al sureste del país, los extranjeros han optado por tomar nuevas rutas, ahora de Tabasco a Veracruz, con destino a Ciudad de México.
En entrevista con La Razón, Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), explicó que los agentes migratorios han ido desarticulando las caravanas que llegan a Oaxaca, para detener a las personas y después regresarlas a Mérida, Yucatán, en donde después de algunos días toman a pie la ruta desde Villahermosa hasta Acayucan.
“Los mandan a Mérida desde hace una semana y, después no quieren regresar a sus países; por ello, se regresan a pie desde Villahermosa, Tabasco, hasta Acayucan, Veracruz, y de ahí se trasladan a la Ciudad de México, donde se quedan”, explicó.
Denunció que las autoridades han logrado infiltrarse a los chats de los grupos migrantes, para saber dónde van y, con ello, desarticularlos antes de que lleguen a sus destinos. Además, dijo que las caravanas siguen saliendo, pero muchas, al entrar a Oaxaca, comienzan a hacerse menores y sólo pocos de sus integrantes llegan a la capital del país o logran salir de ese estado.
“Hay un grave problema en el país por la migración, pero no vemos a algún comisionado que esté trabajando en el tema. Lo que sí te puedo decir es que ya hay más contención y eso lo hemos visto, pero ahora hay dos rutas: una por Chiapas y la otra por Tabasco; el país está abriendo nuevas rutas o retomando las que ya no se usaban”, apuntó.
Mencionó que este martes por la noche saldrá una nueva caravana desde Tapachula, Chiapas, con al menos dos mil personas, que de igual manera tienen planeado, por lo menos, llegar a Oaxaca. Asimismo, indicó que otro éxodo de al menos 700 personas llegó al municipio de Pijijiapan, mientras que uno más se encuentra en Juchitán, municipio del que no ha logrado salir.
“Son como mil los que están en Oaxaca, ya que se les ha ido perdiendo la pista; fueron infiltrados y andan en Juchitán; otros se encuentran entre Mapastepec y Pijijiapan, y el nuevo saldrá este martes por la noche de Tapachula, con al menos dos mil personas”, indicó.
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FGR