México perdió ante Estados Unidos y Canadá el panel de solución de controversias en la batalla que emprendió desde hace un año, para prohibir la importación de maíz transgénico de origen estadounidense, en el marco del T-MEC, el tratado comercial que mantiene con ambos países, ante lo cual, el Gobierno federal respondió que respetará la resolución, aunque no la comparta; sin embargo, reiteró su compromiso para vetar la siembra de ese grano en territorio nacional.
De acuerdo con la resolución de la disputa, el respaldo a Estados Unidos fue en los siete reclamos que presentó, al considerar que las medidas tomadas por las autoridades mexicanas no tuvieron bases científicas para demostrar que el maíz transgénico es dañino para el humano y los animales, además de contravenir disposiciones de acceso al mercado que se acordó en el T-MEC.
“México no realizó evaluaciones de riesgo que tomaran en cuenta estándares internacionales. La gestión de riesgo no fue documentada ni se permitió a las otras partes del T-MEC comentar sobre las medidas. Las medidas no están basadas en principios científicos relevantes. Las medidas son más restrictivas al comercio de lo necesario”, según los integrantes del panel en la resolución.
Decomisos de droga durante administración de Sheinbaum provocan pérdidas por 18 mmdp a delincuencia
En este punto, Katherine Tai, la titular de la Representación Comercial Especial de la Casa Blanca (USTR), subrayó después del fallo que se “reafirma las antiguas preocupaciones de Estados Unidos sobre las políticas biotecnológicas de México e impacto de detrimento para las exportaciones agrícolas estadunidenses”.
Dichas medidas, cabe recordar, fueron parte del decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por el expresidente Andrés Manuel López Obrador el 13 de febrero de 2023, acerca del glifosfato y el maíz genéticamente modificado, que van en contra de las importaciones del maíz transgénico, respecto del cual el panel consideró que hay apartados inaplicables por carecer de una “evaluación de riesgo adecuada, evidencia científica y en normas internacionales relevantes”.
El fallo reafirma las antiguas preocupaciones de EU sobre las políticas biotecnológicas de México e impacto de detrimento para las exportaciones agrícolas estadunidensesKatherine Tai Representante, Comercial Especial de la Casa Blanca
Tai también comentó que este fallo pone de frente la importancia de las políticas comerciales que se basan en la ciencia que posibilita a los agricultores y productores, a competir de una manera justa para aprovechar la innovación y también enfrentar el cambio climático, de manera que se mejore la productividad.
Por su parte, el secretario de Agricultura de la nación vecina, Tom Vilsack, también se congratuló por la resolución y envió una felicitación al panel, por ver en esta situación una garantía para un mercado justo para productores y exportadores estadounidenses, e incluso consideró la resolución como una “victoria” para todos las naciones que usan la biotecnología agrícola para alimentar poblaciones que siguen creciendo y se adaptan a un “planeta cambiante”.
“Felicitamos al panel de solución de controversias por su evaluación exhaustiva e imparcial, que afirma que el enfoque de México hacia la biotecnología no se basó en principios científicos ni en estándares internacionales. Las medidas de México contradecían décadas de evidencia que demostraban la seguridad de la biotecnología agrícola, respaldada por sistemas de revisión regulatoria basados en la ciencia y el riesgo”, dijo.
Tras la decisión del panel, Estados Unidos manifestó la voluntad para continuar con la colaboración junto con el Gobierno mexicano, a fin de garantizar la igualdad de condiciones y brindar acceso a productos agrícolas seguros, asequibles y sostenibles en ambos lados de la frontera.
De esta manera, México tiene 45 días para cumplir con lo que determinó el panel y revertir las medidas adoptadas, a partir del 20 de diciembre.
Después de que se anunció el fallo, las secretarías de Economía y Agricultura y Desarrollo Rural, el Gobierno se pronunció en rechazo a la conclusión, ya que defendió que los lineamientos controvertidos persiguen objetivos de proteger la salud de la población, así como dar garantías a las comunidades.
“El Gobierno de México no comparte la determinación del Panel, pues considera que las medidas cuestionadas están alineadas con los principios de protección a la salud pública y los derechos de los pueblos indígenas, establecidos en la legislación nacional y en los tratados internacionales de los que es parte”, dijo.
El Gobierno de México no comparte la determinación del panel, pues considera que las medidas cuestionadas están alineadas con los principios de protección a la salud pública y los derechos de los pueblos indígenas, establecidos en la legislación nacionalGobierno de México Comunicado
También recordó que el informe del Panel se refiere exclusivamente al ámbito del comercio entre México y Estados Unidos. Asimismo expresó que coincide con las reformas que legisladores de México discutirán en 2025 para prohibir la siembre del maíz genéticamente modificado en territorio nacional.
El Gobierno federal también reiteró un compromiso por proteger los valores fundamentales como la salud, la moral pública, la conservación de los recursos naturales, la cultura de la población mexicana y los derechos de pueblos indígenas que, a su vez, fueron reconocidos por el Panel como “preocupaciones legítimas”.
La resolución se esperaba desde el pasado 14 de diciembre y el retraso provocó que algunos analistas consideraran que México podría enfrentar sanciones por cinco mil millones de dólares si el fallo no era a su favor.
Según Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), sostuvo hace unos días podrían haber tres escenarios con un fallo en contra: 1) que se elimine o modifique el decreto constitucional que prohíbe el uso de maíz transgénico para consumo humano; 2) que Estados Unidos y Canadá apliquen sanciones arancelarias a productos clave para el comercio agro mexicano si decide sostener el decreto, impactando en las exportaciones por el monto antes referido; y 3) que México renegocie, pero se reserve el derecho de no sembrar este maíz y no usarlo para consumo humano.