Así que, parte de la herencia que dejó en Tabasco el exgobernador Carlos Manuel Merino Campos, es un sistema penitenciario tan deplorable, que es el peor calificado de entre las 32 entidades federativas. En la versión 2024 del estudio que realiza cada año la Comisión Nacional de los Derechos Humanos le puso al régimen carcelario de Tabasco una calificación de 4.94, en una escala del 1 al 10. Los siete centros de reinserción social que dependen del Gobierno estatal están reprobados, de tal forma que el que más calificación tiene es el de Tenosique, con 5.64, y el que está hasta abajo es el de Comalcalco, con 4.23. La CNDH encontró en el penal de Villahermosa autogobierno, hacinamiento, sobrepoblación, falta de custodios y ausencia de control de parte de la autoridad, entre otras fallas. Estos datos, nos dicen, ayudan a entender el porqué del motín del jueves de la semana pasada en este centro de reclusión, que dejó un saldo de siete muertos y 10 heridos. Así las cosas.