Nos hacen ver que, al poner en marcha un operativo de búsqueda de los jóvenes que fueron reclutados en centros de rehabilitación, el Gobierno de Sinaloa está reconociendo que grupos armados se los llevaron por la fuerza, no se fueron por su voluntad, como dijeron en un principio. Al reclutamiento obligatorio se le conoce como “leva”. En el contexto de la actual crisis de violencia, al menos 40 personas con problemas de adicciones han sido víctimas de esta práctica. Fue hasta que se ajustó la estrategia de seguridad, con la intervención directa del Gobierno federal, que la autoridad estatal reaccionó y empezó a buscar —o al menos eso aseguró ayer el gobernador Rubén Rocha— a los jóvenes que han sido sustraídos de los lugares en donde luchaban por su recuperación. Y además, todos los centros de rehabilitación de Mazatlán fueron desalojados, para evitar nuevos secuestros. Ahora, nos dicen, lo deseable es que ubiquen pronto, sanos y salvos, a los que ya se llevaron. Veremos.