Con la esperanza de cruzar la frontera antes del 20 de enero, día de la ceremonia de toma de protesta de Donald Trump en EU, al menos 70 migrantes albergados en la Casa Tochan de la Ciudad de México, pasan las fiestas de fin de año con el ánimo de encontrar una vida mejor.
Sopa de pasta, guisos de carne molida y ponche de frutas, fue el menú que, gracias a donaciones, pudieron disfrutar para festejar Navidad, mientras deciden seguir su trayecto hacia el norte.
“La verdad es que la pasamos muy bien, gracias a la solidaridad de las personas. Los muchachos están de buen ánimo porque salieron once citas en esta Navidad y eso les levanta el ánimo”, explicó Gabriela Hernández, directora del albergue Tochan.
Señaló que, pese a las amenazas de Trump, los migrantes mantienen la esperanza de llegar y solicitar asilo a EU, ya que tienen temor de que se cierren las fronteras y las oportunidades para trabajar y comenzar de nuevo en ese país.
La activista dijo que hay 70 personas en el albergue y la mayoría está consciente de que será muy difícil pasar al vecino del norte, por ello, están tomando como plan B quedarse en México y solicitar refugio, pues “casi no están dando citas o son muy tardadas”.
Indicó que las pocas citas que están dando son para la frontera con Matamoros, Tamaulipas, un camino muy peligroso para los migrantes, puesto que tienen un doble reto: cruzar esa parte del país y, la otra, regresar a sus países.
Gabriela aseguró que al menos cinco migrantes de Venezuela decidieron volver a la frontera sur de México, dado que esperaron un año y nunca llegó su cita.
En tanto, en el norte del país, durante esta semana se generó un aumento de llegadas de personas que intentan cruzar hacia Estados Unidos antes de que Donald Trump asuma la presidencia.
Isabel Turcios, directora del albergue Casa del Migrante de Piedras Negras, Coahuila explicó a este diario que desde el fin de semana aumentó el número de migrantes en las calles, ya que buscan estar antes de que inicie 2025 en ese país.
“Esta semana vimos un fuerte aumento en la llegada de personas, sobre todo de Sudamérica, ya que antes de que se acabe el año, buscan pasar y evitar que les cierren las fronteras; muchos se están saliendo de los albergues para cruzar de manera ilegal ante la poca respuesta a las solicitudes de asilo”, indicó Turcios.
Señaló que este 24 de diciembre la comunidad organizó una cena con pavo, espagueti y puré de papa para que, al menos esta Navidad, tuvieran un día tranquilo. Dijo que en promedio había 350 migrantes en su albergue, pero este miércoles se fue la mayoría a probar suerte.
“Muchos se fueron, no quieren esperar más, sólo cenaron antes de intentar cruzar porque no les resuelven sus citas de asilo”, agregó la directora del lugar y mencionó que esta semana llegó gente principalmente de Colombia, Venezuela y Ecuador, y unos pocos de Honduras.