Creación de secretaría genera expectativas

El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), que funcionó durante más de 70 años, dejará de operar a partir de este 31 de diciembre para dar paso a la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), ante lo cual expertos vislumbran un “futuro diferente” para la ciencia, o al menos refirieron que así lo esperan.

José Franco, investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que hay gran expectativa con esta transición, que puede dar surgimiento a grandes proyectos y dar continuidad a todo aquello que no ha avanzado desde hace años.

Señaló que “es urgente revertir los daños que hizo la actual administración (del Conahcyt) y generar cambios que fortalezcan a la planta de ciencia, tecnología e innovación”. Como muchos miembros de la comunidad científica, espera y confía en que este cambio estimule la vinculación con los sectores productivos y la industria para que la ciencia pase a otro nivel, ya que en México hay grandes talentos.

“Espero que la nueva administración tenga la capacidad de revertir en un tiempo corto los daños hechos y generar un buen camino hacia el futuro para la ciencia. La doctora Rosaura Ruiz tiene una visión mucho más amplia y también una mejor empatía con el resto de la comunidad que lo que tuvo la dirección general del Conahcyt que está saliendo”, afirmó.

“Cualquier cosa es mejor que (María Elena) Álvarez-Buylla”, dijo Antonio Lazcano, miembro de El Colegio de México, quien consideró que el sistema político mexicano no permite que una secretaría tenga una junta de gobierno y “se tiene una estructura rígida”. La llegada de Ruiz Gutiérrez al frente de esta institución ha creado gran expectativa entre académicos y científicos, quienes ponen sus esperanzas en la bióloga de la UNAM.

Advirtieron que hay mucho por hacer, tras el periodo de María Elena Álvarez-Buylla, la última directora del Conahcyt, quien desde su nombramiento en diciembre de 2018, hasta su salida este año, enfrentó críticas porque esta comunidad asegura que sus decisiones afectaron el desarrollo y la autonomía de la ciencia.

Antonio A. Peña Galindo, colaborador académico en la Universidad de Harvard e integrante del Observatorio de Políticas Culturales de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana, señaló que “más allá del simbolismo de la fecha, el cambio en el Conahcyt podría ser un parteaguas en la manera en que México aborda su política científica”.

Si no se acompaña de una visión clara y una ejecución eficaz, ahora que la innovación avanza a pasos agigantados, este cambio de nomenclatura tiene sus riesgos y “el país no puede permitirse titubeos ni respuestas tardías”, advirtió.