En sólo tres días, la frontera sur comenzó a vaciarse y, por lo tanto, a despresurizarse, al pasar de 40 mil migrantes varados a sólo 15 mil, por la prisa de llegar al norte de México e intentar pedir asilo en Estados Unidos antes de que llegue Donald Trump a la presidencia de ese país.
De acuerdo con el Centro de Dignificación Humana, desde este domingo, las personas salieron masivamente desde Tapachula, Chiapas, hacia estados como Oaxaca o Veracruz, pero en grupos pequeños, debido también a que los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) aumentaron en la última semana.
Es por esa razón que no emprendió el viaje la caravana que estaba prevista para este 1 de enero —aunque no se descarta que pueda salir este jueves muy temprano—, pues hay temor de las personas por los constantes operativos del INM para que no haya aglomeraciones en las plazas de esa ciudad.
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“Nosotros hacemos recorridos diariamente para saber la situación en Tapachula, pero apenas nos dimos cuenta que desde antier el flujo disminuyó mucho; pensamos que es por dos razones; la primera, que hubo muchos operativos para detener a migrantes en la plaza del municipio, y la otra, que muchos aprovecharon el fin de año para irse hacia el centro y norte del país”, aseguró a La Razón el director de la organización, Luis García Villagrán.
El activista mencionó que se espera que en los siguientes días se junten nuevamente las personas, pese al miedo de ser detenidas, pues aseguró que los migrantes que han salido en las últimas caravanas son los mismos que ya salieron en otras, sólo que fueron regresados.
“Va a salir una nueva caravana este 2 de enero, pero creemos que van a estar saliendo más porque, a pesar de que los agentes migratorios quieren limpiar todos los lugares donde se reúnen los migrantes, no lo van a conseguir, ya que siguen entrando y esperamos que sólo pasen las fiestas para que se normalice otra vez el flujo”, explicó.
Señaló que, en Ciudad Hidalgo, Chiapas, siguen entrando muchas personas desde Guatemala, ya que, pese a que hay amenazas de cierre de fronteras, aún persiste la esperanza de los migrantes por alcanzar el sueño americano, pues si bien no hay mucha rapidez en las solicitudes de asilo, mucha gente prefiere avanzar y ver la manera de cruzar, ya estando en el norte de México.
García Villagrán destacó que la gente en el sur se está movilizando más rápido de lo habitual hacia el centro del país, en un primer objetivo, pues aseguró que tampoco se quieren quedar cuando en México aumente la contención por parte de agentes del INM.
Por ello, adelantó que comenzó un cierto desorden entre los migrantes, porque algunos se quieren adelantar y la mayoría que viene con familias desea salir en grupos mayores para evitar extorsiones y secuestros por parte del crimen organizado.