En medio del revés a México sobre la llegada del maíz transgénico estadounidense, del que no está de acuerdo, y de su preparación para blindar en la Constitución la producción nacional del maíz nativo, especialistas en el área alertaron que la producción nacional de maíz enfrenta uno de sus momentos más críticos.
Mientras Juan Carlos Anaya, consultor en mercados agrícolas, advirtió que el 2025 será el peor año para la producción nacional debido a la sequía y políticas públicas insuficientes, Gerardo Noriega, investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, propuso un programa emergente que fomente la innovación y fortalezca el sistema alimentario.
Ambos coincidieron en que la baja productividad y la creciente dependencia de las importaciones amenazan la autosuficiencia alimentaria del país.
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Juan Carlos Anaya explicó a La Razón que el origen del maíz a nivel mundial es México y este grano se ha vuelto el producto de mayor volumen a nivel mundial, pues tiene más de 600 usos.
Sin embargo, advirtió que para el 2025 será el “peor” para la producción de maíz, pues explicó que sólo se producirá 45 por ciento “de lo que necesitamos” para consumo humano, debido a la “caída de agua” o sequía. En estados como Sinaloa, donde más se produce maíz blanco, explicó que pasó de producir, en 2022, 6.4 millones de toneladas a dos millones de toneladas en el 2024.
En los últimos 10 años, México ha pasado de ser el cuarto productor a nivel mundial, a ser el séptimo; además, para el 2025 seremos el importador más grande en cuanto a maíz se refiereJuan Carlos Anaya, Consultor en mercados agrícolas
Para este 2025, dijo, “apenas si llegaremos a un millón 900 mil toneladas” y eso va a poner en riesgo la autosuficiencia del maíz blanco y va a crear una presión que, al haber menor oferta de maíz blanco, los precios pueden ir para arriba y puede haber incremento en el precio de la tortilla a mediados del año”.
Anaya Castellanos resaltó que, desde 1994, México es “autosuficiente” en maíz blanco, pero la producción sólo aumentó 35 por ciento desde aquel entonces y no está adecuada al consumo mexicano.
“En los últimos 10 años, México ha pasado de ser el cuarto productor a nivel mundial, a ser el séptimo; además, para el 2025 seremos el importador más grande en cuanto a maíz se refiere”, advirtió.
Esto se debe, dijo, a que la mayor parte de maíces son de origen criollo en el sureste mexicano en zonas de temporal, y su rendimiento representa dos toneladas o tonelada y media por cosecha.
En nuestro país, señaló, el consumo humano asciende a más de 19 millones de toneladas de maíz, que se transforman en tortillas, atoles, tamales y todo tipo de productos que comemos; sin embargo, del total de maíz de consumo, por lo menos cuatro millones de toneladas “se quedan en las familias campesinas para el autoconsumo”.
No se debe olvidar que el presupuesto para el campo 2025 viene sin criterio a favor de la producción nacional en el agro nacionalJosé Amadeo Hernández, Presidente de la Central Campesina Independiente
El 2024 terminó con una producción anual de 23.6 millones de toneladas, la cual señaló como la cifra “más baja” en los últimos 10 años. Sin embargo, estimó que la producción de maíz nacional del 2025 será todavía menor y posiblemente la más baja de los últimos 15 años.
Destacó que 51 por ciento del maíz que se consume en México es importado de otros lados del mundo, mientras que 49 por ciento es de cosecha nacional. Tan sólo en noviembre del 2024, detalló, se importaron más de 225 mil toneladas de maíz blanco.
Juan Carlos Anaya argumentó que la baja producción se da por la sequía que ha afectado al campo en los dos últimos años, “y por otro lado que las políticas públicas han sido más orientadas a apoyos asistenciales que a programas de apoyo a la productividad. Eso está provocando que México, en lugar de ir para delante, vamos para atrás”.
José Amadeo Hernández, presidente de la Central Campesina Independiente, coincidió en que “los pequeños productores de granos, frutas y hortalizas quedaron en el rezago productivo, sin capacidad competitiva, y se vislumbra un 2025 catastrófico”, pues también se suma esto al abandono de la tierra por parte de las nuevas generaciones.
Al abandono se suma “el cobro por derecho de piso de parte del crimen organizado y la nula atención a la fertilidad que reclama el suelo mexicano para garantizar la cantidad y calidad de los alimentos que demandan los más de 130 millones de habitantes”.
Mencionó que, en Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, los estados que producen maíz, “podemos ver que las parcelas están sin sembrar”, y, por lo tanto, se prevé que en 2025 baje más la producción de este grano, además de que “no se debe olvidar que el presupuesto para el campo 2025 viene sin criterio a favor de la producción nacional en el agro nacional”.
Gerardo Noriega, investigador del Departamento de Agronomía de la Universidad Autónoma Chapingo, explicó que se debe desarrollar un programa emergente de producción de alimentos, en favor de las semillas mexicanas.
Coincidió en que el ciclo agrícola 2024 representó “disminución en la producción nacional, situación difícil para México, pues se estima una producción de 25.1 millones de toneladas y compras a Estados Unidos por 24 millones de toneladas de maíz”.
Ante la baja producción, el también profesor universitario señaló que “es la oportunidad para que en México se canalicen recursos económicos y se conjunten esfuerzos alrededor del sistema alimentario; se destine financiamiento para restaurar el patrimonio suelo, y aprovechar la diversidad genética de cultivos como el maíz”.
Sector agrícola avala que maíz transgénico sea restringido
Para Guillermo Cauich, dirigente estatal de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) en Yucatán, la prohibición de la siembra del maíz transgénico en el país representará un paso rumbo a la protección de la salud y el medioambiente.
En entrevista con La Razón, el dirigente aseguró que la prohibición del maíz genéticamente modificado es una lucha que agricultores han impulsado desde 2013.
“La lucha contra el uso de glifosato y maíz transgénico no es nueva y ha sido impulsada por organizaciones campesinas, comunitarias y académicas durante décadas. En 2013, la Fundación Semillas de Vida ganó un juicio de amparo que prohibió la siembra comercial de maíz transgénico en México”, recordó.
Guillermo Cauich señaló que el decreto presidencial emitido por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien prohibió la siembra del maíz transgénico en el 2022, “ayudó a la protección del campo y sus ejidatarios, pero también a la salud de los mexicanos”.
Explicó que la iniciativa de ley de la Presidenta Claudia Sheinbaum para prohibir la siembra del maíz transgénico en el campo mexicano a nivel constitucional es “un paso importante hacia la protección de la salud y el medioambiente. Aunque esta decisión pueda afectar intereses extranjeros y nacionales, es fundamental recordar que la salud y el bienestar del pueblo mexicano deben ser la prioridad”.
“Es importante destacar que la prohibición del glifosato y el maíz transgénico no sólo beneficia la salud y el medioambiente, sino que también promueve la soberanía alimentaria y la economía local”, comentó Guillermo Cauich.
Además, expresó su apoyo “enfáticamente a la prohibición del maíz transgénico en nuestro país, pues se está priorizando la salud pública y la biodiversidad. Esta decisión garantiza la protección de nuestra soberanía alimentaria y el medioambiente”.
La ciencia, explicó, ha documentado los riesgos de consumir maíz genéticamente modificado con residuos de glifosato, “especialmente para los mexicanos que consumen más de 10 veces el maíz que se consume en Estados Unidos”.
Comentó que, con esta decisión, el país “ha demostrado que tiene derecho a tomar medidas de precaución para proteger la salud pública y la biodiversidad del maíz, según el T-MEC”.
El dirigente de la UNTA también expresó su oposición a la “presión” ejercida por parte de Estados Unidos “para permitir la importación de maíz transgénico”.
Para Saúl Monreal, senador por Morena, la propuesta de la Presidenta Claudia Sheinbaum de prohibir en una ley la siembra de este alimento genéticamente modificado pretende también fortalecer el mercado nacional.
“En torno al maíz transgénico, lo que en buena medida quiere hacer la Presidenta (al prohibir su plantación) es fortalecer el mercado nacional y tendremos que hacerlo”, explicó en entrevista con este diario.
Además, dijo, “es urgente legislar ya sobre el maíz transgénico y también respaldar todas estas medidas de la Presidenta. Por eso hago un llamado a los senadores, porque estas medidas no sólo son de la Presidenta, son para el pueblo de México.