Buscan prevenir crisis humanitaria

Gobierno va por fortalecer refugios en la frontera: pastor

Rosalío Sosa, titular de albergues en Chihuahua, señala la intención de contar con espacios en caso de deportaciones desde EU; INM debería ayudar, no perseguir a migrantes, dice

Migrantes, a bordo de un tren, en Chihuahua, en diciembre del 2024.
Migrantes, a bordo de un tren, en Chihuahua, en diciembre del 2024. Foto: Cuartoscuro

El director y fundador de los albergues Tierra de Oro en Chihuahua, el pastor Rosalío Sosa, comentó que el Gobierno federal está buscando reforzar los albergues para migrantes y abrir otros ante la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en los próximos días.

“Están con la intención de fortalecer los albergues que ya están de los grupos de fe, pero también ellos están con la intención de abrir nuevos albergues con más capacidad, como por ejemplo en los albergues que nosotros tenemos donde la realidad es Tierra de Oro. Tenemos uno en Modelo, Chihuahua, y tenemos otro en Puerto Palomas, que es en la frontera sur con Nuevo México, y ahí los quieren fortalecer”, dijo Sosa en entrevista para La Razón.

Declaró que quieren abrir uno en un gimnasio en Puerto Palomas, con capacidad para mil personas. “Tenemos una comunidad pequeña, pero al menos tienen esa intención de hacerlo. Nos entrevistamos con los del Bienestar, con los del Gobierno federal y tienen ese plan de trabajo, pero pues ya veremos”, reconoció.

Comentó que los albergues que él dirige están a más del 50 por ciento de su capacidad y que no han tenido la misma afluencia que en otros años pues la gente tiene miedo. Señaló que el Gobierno ha mostrado intención de atender el tema ante la llegada de Trump el próximo 20 de enero, pero que no se confían hasta que no vean las obras realmente realizadas: “Sabemos que de buenas intenciones está hecho el camino al infierno”.

Destacó que el mayor problema al que se expondrían los migrantes ante una deportación masiva sería “la falta de centros humanitarios donde podamos alojar a las personas para que no deambulen en la calle, porque el peligro es que si están deambulando, alteran a la comunidad en la que se encuentren. Es prioridad abrir albergues de gran capacidad donde se pueda”.

Apuntó que la sociedad civil, en particular grupos de fe, con pocos recursos han ayudado a quienes se encuentran de paso por México. Dijo que espera que sigan llegando grupos de migrantes previo a la llegada de Donald Trump a la Presidencia.

“Claro que sí, esa es la intención, aunque el Instituto Nacional de Migración (INM) los disperse, llegan por una o por otra forma; tristemente los orillan dificultándoles el acceso, negándoles el permiso o no facilitándoles el permiso. Los obligan a ir por otras regiones muy peligrosas o a mano de los traficantes”, declaró.

Enfatizó que el INM debería ser un servidor de los migrantes, no un perseguidor, por lo que se necesita un reforma en la materia. Sobre la inseguridad, dijo que el tránsito por México es peligroso y que algunos han muerto en el camino. Auguró que Trump cumplirá su promesa de campaña, lo que significa que habrá medidas más estrictas para la migración, causando sufrimiento, pero que espera que al calmarse las cosas, haya beneficio para todos.