El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, reconoció una disminución en la producción de maíz blanco como consecuencia de la sequía que afecta a estados como Sinaloa, Jalisco y la zona del Bajío, aunque subrayó que en este momento no se está considerando importarlo, ya que el abasto está garantizado para el 2025 y no va a faltar el grano para su consumo humano.
En entrevista con La Razón, destacó que, aunque se espera una disminución en la producción en Sinaloa, principal productor de maíz blanco del país, las cosechas en otras regiones compensarán parcialmente esta caída.
Además, el titular de Sader reafirmó la prohibición constitucional del maíz transgénico, al argumentar que México no lo necesita para garantizar su abasto. Con ello, aseguró, las y los mexicanos no deben preocuparse por un desabasto de este alimento básico.
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Al ser cuestionado sobre los señalamientos de expertos que señalan una baja en la producción del maíz en el país, Berdegué Sacristán contestó que la afirmación de que sólo vamos a producir el 45 por ciento del grano que se necesita para el consumo humano es “absolutamente injustificada y que no tiene ningún asidero en la realidad”.
Es efectivo que el estado de Sinaloa, al igual que otros estados como Sonora, Chihuahua y Coahuila sí han permanecido en una condición de una profunda sequía, y sí es cierto que en Sinaloa, al igual que el año pasado, va a disminuir la superficie que se va a sembrar, y sí va a disminuir, digamos, en un porcentaje importante, pero, dijo, el maíz blanco no transgénico no va a faltar.
En torno a una eventual alza en el precio de la tortilla, remarcó que hay suficiente maíz blanco y, por lo tanto, tal incremento no ocurrirá. Reveló también que está en marcha el programa nuevo integral Cosechando Soberanía, cuyo objetivo es apoyar la comercialización.
¿Se prevé algún impacto significativo en el abasto nacional de maíz blanco debido a la sequía en Sinaloa y otras regiones? El año pasado hubo una sequía muy parecida a ésta, y más o menos se sembró la mitad (…) y además el año pasado, no sólo Sinaloa estaba en sequía, también estuvo en sequía todo el centro del país: el Bajío y Jalisco, que son estados muy productores de maíz blanco. Ya no era sólo Sinaloa, fue todo el país y, sin embargo, no faltó ni un kilo de maíz blanco no transgénico para el consumo nacional. Este año sí va a disminuir la superficie de Sinaloa por causa de la sequía y, en segundo lugar, va a estar mejor las cosechas en el centro del país, en el Bajío y en Jalisco. Entonces, vamos a tener suficiente abasto de maíz blanco y las y los mexicanos no tienen por qué preocuparse de que no estamos considerando en este momento que vamos a tener la necesidad de importar maíz blanco.
¿Es necesaria la producción de maíz transgénico en México? Hay quien quiere que el Gobierno no vaya adelante con nuestra reforma constitucional a la prohibición de cultivar el maíz transgénico, con el argumento de que, si cultivamos maíz transgénico, vamos a producir más maíz y la verdad es que no necesitamos producir maíz transgénico; es más: no lo vamos a hacer, va a estar prohibido constitucionalmente, porque hace décadas, o sea, muchos años que en México no se cultiva maíz transgénico y hemos tenido nuestro abasto de maíz blanco suficientemente garantizado, siempre.
Este año sí va a disminuir la superficie de Sinaloa por causa de la sequía (pero) va a estar mejor las cosechas en el centro del país. Entonces, vamos a tener suficiente abasto de maíz blancoJulio Berdegué, Titular de la Sader
¿Cómo se divide la producción de maíz en regiones como Sinaloa? Un porcentaje de lo que se siembra en Sinaloa en un año normal, un porcentaje muy importante que puede ser hasta la mitad de lo que se cosecha de maíz blanco en Sinaloa en un año normal –que no es este año; esto no es normal, es un año de sequía– se destina no al consumo humano, sino al consumo animal. Nosotros podríamos perder la mitad de la cosecha de Sinaloa, pero la parte que va al consumo humano, créame que las industrias, los compradores que necesitan maíz blanco para la industria de la harina, de la masa y la tortilla, pues van a ir corriendo por ese maíz y se va a comprar todo para maíz blanco. No va a faltar maíz blanco y seguirá siendo no transgénico.
El campo mexicano, más allá de la sequía, ¿tiene alguna debilidad que deba fortalecer el Gobierno? Hemos dado miles, miles de millones de pesos de apoyo a la producción de maíz blanco en la forma de distintos programas: los precios de garantía, un apoyo federal extraordinario, un programa de incentivos, todo eso; el programa de fertilizantes, que repartimos un millón de toneladas de fertilizantes. La mayor parte de eso se va a la producción de maíz. Entonces, el Gobierno, eso de que no hay apoyos, no hay políticas, es, de vuelta, muy incorrecto. Lo que a algunos les molesta es que quisieran que este dinero se lo volviéramos a dar a los grandes productores, como sucedía hasta el año 2018. De vuelta, eso no va a suceder.
Los pequeños productores, los pequeños y medianos productores, producen cerca del 85 por ciento del maíz blanco de este país. Esos no son datos míos, son los datos del censo agropecuario del Inegi. Los grandes, grandes productores, y los grandes de verdad grandes, producen el 15 por ciento. La Presidenta (Claudia Sheinbaum) ha dispuesto el programa de tecnificación de riego. Cada hectárea que usted tecnifique el riego –y vamos a tecnificar decenas de miles de hectáreas de maíz–, sin contar ningún otro factor, ningún otro apoyo que podamos dar, sólo por la tecnificación del riego, aumenta en 50 por ciento el rendimiento, la productividad.
¿Qué diría a los pequeños y medianos productores para que estén seguros de que también el Gobierno los apoyará? La Presidenta ha dispuesto el programa Cosechando Soberanía. Este es un programa nuevo que está arrancando ahorita en el país, y con Cosechando Soberanía vamos a dar asistencia técnica, vamos a dar crédito y vamos a apoyar la comercialización; un programa muy integral.
Julio Berdegué Sacristán
- Formación: Licenciado en Ciencias de la Agricultura por la Universidad de Arizona, con maestría en Ciencias de la Agronomía por la Universidad de California. Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Wageningen, Holanda.
- Trayectoria: Subdirector general y representante regional de la FAO de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe hasta 2022. Miembro y presidente de la junta directiva del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (2004-2011).
En 2024, Producción para el Bienestar dio 15.2 mmdp
El programa de Producción para el Bienestar de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) destinó en 2024 más de 15.2 mil millones de pesos (mmdp) para 6 millones 203 mil hectáreas de cultivos estratégicos; y benefició a dos millones 18 mil 246 personas productoras de pequeña y mediana escala en las 32 entidades del país. Para este 2025, aseguró que los programas se mantendrán.
En un comunicado, la Sader dio a conocer que con la entrega de los apoyos económicos y eliminando a los intermediarios, la inversión de 15.2 mil millones de pesos impulsó la producción de cultivos estratégicos.
Dichos apoyos tienen el “fin de avanzar hacia la soberanía alimentaria, que es el objetivo principal del Gobierno de México de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo”, informó en el documento.
Se señala que los cultivos representan “una fuente clave de sustento para miles de familias productoras”, con ello, la dependencia refrendó su compromiso con los productores de pequeña y mediana escala.
La Sader también insistió en que para este 2025 los apoyos directos al sector agrícola se mantendrán, además de que se fortalecerán las “estrategias orientadas a la sostenibilidad y el desarrollo integral de las comunidades rurales con el nuevo programa Cosechando Soberanía, que permitirá aumentar la producción de los principales alimentos en los municipios con altos niveles de pobreza y potencial productivo, con acompañamiento técnico y apoyo a la comercialización”.
También se dio a conocer que los recursos fueron destinados a la adquisición de insumos agrícolas, herramientas, semillas mejoradas y al fortalecimiento de la infraestructura, “lo que impacta directamente en la mejora de los rendimientos de cultivos apoyados”.